Acá hay varios homenajes y una gran noche de Campeones para La Gata
Dicen los sabios y hombres santos que hay almas nuevas en este mundo viejo. Y que es su luz un punto invisible, que está por detrás de los ojos y en centro mismo del cerebro. Allí reside el alma en un cuerpo, la energía que pulsa la vida en un cuerpo. El alma determina el cuerpo y no al revés. Por eso se entiende que este ex futbolista llamado Gastón Nicolás Fernández se encuentre feliz viviendo el período de retiro. Un ser humano que irradia amor y respeto y así pone de manifiesto aquella verdad. El cuerpo es solo un envase. Grandeza es no solo jugar lindo o interpretar un sistema táctico. Compartir, saber dar y recibir afecto es lo que irradia “La Gata”. Así es él y así lo vimos en su paso por Acá hay una Escuela, un espacio cultural que se emite desde el estadio; uno de esos programas radiales que creció y hoy se televisan, or distintos medios, para deleite de cada miércoles a las 20, con clima familiar y deportivo, tal como ellos sienten “un sueño cuando empezó y pensábamos que podíamos conversar con los ídolos”. Ese gusto lo tuvieron el locutor Gabriel Pregal, el profesor Sebastián Turner y todo el equipo de trabajo.
Anoche la estrella especial fue “La Gata”, quien tomó asiento en el León Bar Bistró, el espacio exacto que hay entre el campo de juego y la vieja vereda de avenida 1, donde la mítica cancha tiene vida social todos los días y a toda hora. Y donde el ídolo nacido el 12 de octubre de 1983 volverá a vestirse como futbolista este viernes 28 de octubre, por última vez y a dos años de su adiós oficial.
Y contó el niño que fue… “A los diez año tuvimos en casa una pérdida muy grande, la de mi papá. A los quince, estando en River, era chico pero ya había asumido que iba a ser jugador de fútbol. Tuve la ilusión y el sueño, y desde ese momento sabía que iba a poder hacer una carrera y así ayudar a mi mamá y a mi hermana”.
Contó del adulto que es, “me levanto, enciendo el celular, miro la información de Estudiantes; es venir a la cancha, el lugar de donde saqué los amigos. Un lugar que elegí, me adoptaron y es un orgullo llevar el escudo en el pecho”.
Contó, con la sonrisa limpia y la inspiración de la memoria permanente a uno de sus grandes profesores, Alejandro Sabella, que “el primer día que me habló en el vestuario me confundió con otro jugador que tuvo River, Augusto Fernández… Eso que después quedó como anécdota risueña, porque me miraba por sobre los anteojos y tiraba… ¿Augusto?”.
Contó que “hacer un partido despedida me costó, pero lo mío tiene más que ver con haberme retirado en pandemia, y es el tiempo que me llevó decidirme. Sí, es cierto que no hay partidos despedida en este club, de hecho Juan Sebastián Verón no lo tuvo y sabemos lo que él representa, pero corro mi partido y la llevo a la Noche de campeones”.
Contó que “estamos entusiasmados porque vamos a salir a la cancha los dos últimos campeones de la institución, dos equipos que nunca pudieron jugar en UNO. Vamos a reencontrarnos con muchos de esos chicos que hace rato no nos vemos y mostrar esas dos copas a la gente con todo el orgullo que tenemos”.
Contó que “si hay algo con lo que podré descansar después del viernes va a ser el hecho de pararme en la mitad de la cancha y agradecer a los hinchas el cariño que me han dado desde el primer día; me han aguantado en buenos y malos momentos, y eso es lo más importante que me voy a llevar de mi carrera de profesional”.
“De los campeones de América va a estar todo el equipo. No quiero desmerecer al equipo 2010 que dejó un estilo, una forma, un cambio de sistema que no era común, pero el de 2009 siento que está dentro de los grandes equipos de la historia del club y poder revivir esa foto va a ser algo que va a estar buenísimo. Ya hay algunas chicanas en el grupo de Wathsapp y Chapu Braña dijo que seguramente va a llegar a destiempo en alguna jugada, pero no se enojen (risas)”.
Y aquel niño que se formó en River Plate, que pasó por Racing Club, Monterrey y Tigres (ambos mexicanos), San Lorenzo, Universidad de Chile, Gremio de Brasil, Portland de Estados Unidos y que llegó a vivir cuatro etapas en Estudiantes (total 492 partidos y 116 goles), contó también que ya lejos de las exigencias de una carrera “desea disfrutar de la vida conscientemente”.
Faltan pocas horas. Quedan entradas a la venta. El evento será transmitido en vivo por TyC Sports. Esa fiesta excede a un partido que arrancará cuando el reloj de algo más de las 20 horas, porque en ese momento convergerán recuerdos y sentimientos de los últimos buenos tiempos que vivieron los Pincharratas.