Desencuentro
“Estás desorientado y no sabés
qué “trole” hay que tomar para seguir”.
La voz de Aníbal Troilo puede salir de un caserón antigüo de El Mondongo, uno de esos que milagrosamente no tuvo destino de edificio. Sesenta minutos y no se pudo remontar, ni para sacar un peso para llegar mejor a la definición, no, hoy es no. Gorosito que metió tres cambios juntos y después agotó stock y puso juntos a otros dos, no podía salir de la desazón. Entonces, como responsable de la empresa que es el equipo, caminó mirando el césped, con una mano que buscaba el botón que nunca se abrochó.
“En el primer tiempo ellos jugaron un poco mejor que nosotros, un poco…” analizó el entrenador canoso, dándole explicación al hincha y socio de Gimnasia mientras se volvía a casa. “Jugamos muy apurados. Corrimos atrás de la pelota y Tigre es un equipo con mucha posesión”.
Fue 1 a 0 y faltando diez Retegui le perdonó cuando (también apurado) pateó sin pensar y en la línea la desvió Morales. “Al pensar en los mejores momentos de Tigre uno debe hacer memoria, porque hay que viajar al primer tiempo” apuntó el comentarista Román Iucht. “Fue fútbol, toque, rotación en el primer tiempo, y de overol en el segundo”, amplió.
Cuando salió el 10 Aleman, un grupo de espectadores se acopló en silbidos que reprobaron el cambio. Al sentarse junto al DT, el uruguayo se enfadó con un plateista y no tapó la botellita de agua, sino que la usó como un lanza-agua…
Se fue llorando de la cancha el “6” Enrique, a quien Aleman le tiró su enfado por calenturas del fútbol. ¡No, uruguayo, no! Los trapos se lavan en el vestuario.
Perdió con Tigre, el equipo con el que Gorosito sonrió feliz en 2019, en la foto del campeón, cuando allá en Victoria estaban dos jugadores que hoy la luchan en Gimnasia: Nicolás Colazo y Agustín Cardozo.
La araña que salvaste te picó
—¡qué vas a hacer!—
Y el hombre que ayudaste te hizo mal
—¡dale nomás!—
Cayó el invicto extenso en el Bosque. Este torneo llevaba 9 presentaciones con 7 halagos y 2 empates, a las que hay que sumar otras dos fechas de la Copa de la Liga: hasta el partido 11 llegó la racha sin derrotas. La última vez fue Sarmiento el que ganó 3 a 1 en el estadio “Juan Carmelo Zerrillo”.
Tigre (el subcampeón del torneo anterior) enhebró otra racha ascendente ya que acumula 6 sin tropiezos y está dentro de la línea de los que clasifican a la Sudamericana. Con estos tres puntos se olvidó de cualquier complicación con el descenso. Y una yapa… volvió a ganar en el Bosque después de 13 años: la última fue vez en marzo de 2009, cuando el equipo dirigido por Cagna le ganaba al de Madelón (también 1 a 0).
El Lobo jugará el jueves en Barracas Central y luego recibe a Boca, el puntero, a quien sigue teniendo a tres puntos… Pero es Boca, claro. Esos tres puntos parecen más lejanos. Por delante quedan por jugarse 18 puntos (6 fechas). Cuestión de números.
La derrota llegó, infinitamente dolorosa para tanta fidelidad mostrada en la salída al campo y un lleno absoluto. Pero “la chispa” de afuera no estuvo adentro. Y la falange del Lobo dejó pasar otra chance de volver a la punta.
Detrás del banco de los locales una bandera colorida mostraba la imagen de Maradona, esa figura mundial que para los Triperos tomó una dimensión desde que murió siendo DT en funciones. Ese Diego que pasó por el cielo y el infierno. Por la victoria y la derrota. Esta semana se cumplirán 30 años de su regreso como jugador allá en Sevilla, después de un dóping en Italia que lo tuvo 15 meses inhabilitado por consumo de cocaína.
Cayó la noche dominguera y por delante quedaba ver a los “primos” de Estudiantes, tratando de dar una mano allá en Tucumán, ante un rival que quería ser totalmente líder.
Gimnasia miraba los dispositivos y sacaba cuentas. Gorosito, pese al desencuentro, piensa que “todavía nos da”. Se refería al campeonato. Aunque algunos piensan ya en la acumulada donde los 60 puntos invalorables lo están llevando a la Copa Libertadores del año que viene.