Titanes en el bosque
Ahí están cantándole al Lobo, con el “mi buen amigo”, como aquel jingle publicitario de televisión por el Operativo Sol (del chico que le cantaba a su perro Boby, mi buen amigo)… “¡No me importa lo que digan, lo que digan los demás”, baja furioso, como una de esas manifestaciones que la razón no entenderá jamás. Los hinchas del equipo que viene de perder en Rosario, que han sido postergados en distintos torneos, que tienen juventud en todas las líneas, que incluso pasaron la prueba de la “enfermería” y no se resintió el equipo, y que cuando menos se lo esperaban, hoy todos los triperos se encuentran frente a otro desafío. “Todos los que son pudientes en La Plata se tiene que arrimar para solucionar los inconvenientes que estamos atravesando” había dicho el DT sobre las deudas que también llevan como obstáculo en su plantel de dirigidos. Pero éstos que saltan y cantan no son pudientes. Y estan felices por la actitud de éstos jugadores que le regalaron un Gimnasia 2 Arsenal 0, sin sobrarles nada…
Gimnasia pelea un campeonato y habrá que hablarle a los pibes… Enseñarles que no todo pasa por ser “campion” y chau, si no fuiste eso se desvaloriza todo. Habrá que tener a mano la tabla de los valores humanos, escuchar a tipos que pasaron los ochenta años, como aquel “crá” de Daniel Bayo: “Mi viejo decía quiero los tres hijos a la mesa, al mediodía y a la noche, porque si tiene una tristeza debe ser compartida, así como una alegría”. Se refería a un luchador inmigrante andaluz, de Almería, quien también crió a otro titán de la historia albiazul: Diego “Paco” Bayo. Jugaron juntos en 1962.
La época en que tomó fuerza el apodo de “El Lobo”. Cuenta Rafa Ton en su libro Leyendas del Bosque que en ese momento era furor eñl programa de TV “Titanes en el Ring”, un show de luchas que pasaba el Canal 9, y el relator tenía a un corazón gimnasista, Rodolfo Di Sarli, quien aprovechaba cualquier oportunidad para deslizar algún comentario a favor del Lobo.
Volviendo a Daniel Bayo, no puede creer que la AFA permita “cambiar a cinco tipos en un partido”. El ídolo cumplirá 82 años el próximo 25 de octubre. Y nunca se guarda nada, por eso está bueno aclarar por si hace falta que “El Lobo del 62” se cayó por falta de recambios, era un plantel corto, y recién faltando cinco fechas se quedó, algo desmembrado como este Gimnasia de Gorosito… Que igual anda y anda… Faltan nueve por jugar. Lobo está, por ahora único puntero, disfrutando de tener un cuadro con muchos pibes y demostrando que el tema plata no es lo único.
Porque, como es sabido, siempre que se está cerca de un título aparece el tema dinero. En 1995 también se echaron a rodar bolazos. Lo dijo un día Ricardo Rezza, “cuando hablan de que algunos jugadores vendieron el campeonato del 95 es una tontería, una idiotez, eso lo largó alguno de adentro del club para afectar a algún jugador. Es algo que pasa siempre”.
Arsenal lo maniató en los primeros minutos, Apaolaza a los 17 minutos le gana a Leo Morales, pero lo más crudo es que los de celeste dominan y algunos piensan otra vez en el mal karma que pesa contra este rival (de 28 partidos en el historial: el Arse ganó 11 y el Lobo 6 (apenas dos veces como local). La balanza de los números se equilibra cuando alguien empieza a ver la fortaleza de este Tripero versión ’22 que suma 11 jornadas sin derrotas en el Bosque (9 triunfos y 2 empates).
El “viento a favor” llegó en el segundo tiempo. El conductor tripero le empezó a ganar la pulseada a su amigo Madelón, con el cambio introducido y que dará frutos instantáneos. Colazo por Melluso. Anoche se coreó a Gorosito como no pasaba con un DT desde los tiempos de Troglio y de Griguol. “Eso se debe a que los jugadores se tiran de cabeza en cada pelota”, se “desmarca” Pipo con la gracia de sus años de ídolo en San Lorenzo. Cuando en 1995 San Lorenzo ganó el Clausura (el que perdió Gimnasia) él ya estaba en Chile y el 10 era el brasileño Silas.
Primero, a los 2 minutos, una mediavuelta de Ramón Sosa clavó el empate. Y a los 8 minutos Nicolás Colazo metió el suyo, con remate violento que iba al arco y en el camino encontró la ayuda de una pierna rival que descolocará a Medina.
Las posiciones empezaron a ser tema excluyente. Gimnasia contabiliza 36, Tucumán y Boca 35; Huracán 33, Godoy 32, Racing 31, Argentinos 30. Se van aplaudidos a rabiar y por el viejo túnel a sacarse la foto que aparece más que la de los once formados… Todos en el vestuario hechos un solo cuerpo, titulares y suplentes.
La campaña casi que obliga a comparar con las más grandes de la historia. Y ésta vez, con mayoría de juveniles, hechos en casa, Como dice el colega Antonio Guillén, “Chiche”, que manda una lista de “productos de las inferiores”. González, Steimbach, Benjamín Domínuez, Miranda, Chavez, Muro y ya estaban Ramírez y Melluso. Y quedan Miramón, Lezcano y Mamini. Hubo besos y abrazos de su familia para el chico Matías Bazzi, “Tute”, como le dicen desde sus años de amateur, cuando arrancaba en ADAFI, los amarillos de Ringuelet.
Hoy tienen la defensa menos vencida de la Liga, con 11 (mismos goles recibieron los tucumanos). Estos pibes parecen Lobitos porque ayer nomás así les decían en las divisiones inferiores, pero ya rinden como feroces, como el Lobo aquel del ’62 que tenía a un tal Galeano, el que se alimentaba con pétalos de flores y huevos crudos, porque él creía que le daba más fuerza. Una diferencia, para poder entender mejor los tiempos. Aquel fuerte back cuando terminaban los partidos en La Plata golpeaba la puerta del vestuario visitante. Pensaban que quería prolongar la batalla del campo de juego, pero no, entraba a saludar a los contrarios. Una tarde contra Boca se dio leña con Grillo. Cuenta la historia de una crónica exquisita en la revista El Gráfico que los dos se abrazaron, y usaban palabras que hoy vienen al pelo para cerrar el comentario: “¡Así hay que meter en el fútbol!”.
La historia prosigue en la fecha 20, el 20 de septiembre, en Santiago del Estero.
Por Gabriel López
Twitter: @cololopez74