Richard Coleman: su presente, la conexión con los Cerati y la vigencia de Fricción.

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Con el nuevo horizonte que le abrió su participación en el espectáculo Rock en tu idioma sinfónico, el cantante de Fricción habló de esa reciente experiencia mexicana y de su trabajo con las guitarras para la gira Gracias totales – Soda Stéreo. Además, describió la relación artística con Lisa Cerati, directora del videoclip de “Humanidad”, canción que interpretará con su banda el 24 de septiembre en La Trastienda.

El 23 de julio de 2022, Sabo Romo (Caifanes) reunió a treinta músicos para un concierto que convocó a 14 mil personas en la Arena de la ciudad de México. En la tercera edición de este espectáculo que repasa los clásicos de la cultura del rock mexicana comprendidos entre las décadas de 1980 y 2000, participaron Los Amigos Invisibles (Venezuela), Rubén Albarrán (Café Tacuva) e integrantes de La Lupita, Neón, La Castañeda y Panteón Rococó, entre otros artistas. Richard Coleman, que esa noche cantó dos temas del disco Para terminar, relató esa experiencia en diálogo exclusivo para VIVE La Plata.

“Me sentí muy querido, me trataron bárbaro, me encontré haciendo Héroes y Enjaulados (de Fricción), en esta versión sinfónica y me sentí muy cómodo con esa gente, la verdad que fueron muy amorosos, el público también, así que, una linda experiencia.”

El músico argentino aseveró que “nosotros no tenemos mucha idea de lo que pasa realmente en la escena de México, nos llegan algunas cosas; es una escena muy fuerte y que cuida la herencia de la historia del rock”. Hay “cosas que a mí un poquito me siguen sorprendiendo”, reconoció el guitarrista. “El disco Para terminar, de Fricción, que salió en el año ‘89 en México fue súper importante para la tradición rockera mexicana, tuvo una repercusión que, obviamente yo no tuve ni noticias, ni nadie de acá”

La trascendencia de los discos de Fricción atravesó el siglo, las décadas.

Se aproximaron a mí colegas de varias generaciones y me sorprendió mucho su sensibilidad hacia las letras, que está bien, yo me esfuerzo por hacer las letras, no es que me sorprende tanto, pero me gustó mucho cómo las analizaron; y gente muy culta, además, muy leída. Si vos te pones a leer también las letras de ellos no son cualquier cosa, hay que sortear una pequeña barrera idiomática, pero me encontré con muchas cosas de calidad: La Lupita, Rubén Albarrán, que es un divino total. Me encontré muy bien rodeado… Jonás, de Plastilina Mosh, un tipo muy lindo, muy sensible, así que, acá estoy de vuelta, con el horizonte abierto para otro rumbo.

La conexión invalorable del Trans-Siberian Express

Richard Coleman volvió al ruedo con su grupo, el Trans-Siberian Express: en julio tocaron en Córdoba, en agosto en Avellaneda y el 24 de septiembre lo harán en la sala de Balcarce 460 (San Telmo).

¿Qué te sucede sensorialmente al tocar con la banda en vivo?

Lo estoy disfrutando mucho porque necesitaba recuperar el sonido, el contacto con mi banda, con mis amigos. Hace ya 11 años que estamos tocando con la misma formación. Es la banda con la que más tiempo he tocado de todas las bandas de mi vida y tenemos una onda, una conexión que es invalorable. Para que la energía y lo que se transmite en el show sea genuino tiene que ser genuino lo que pasa en el escenario, entonces es súper importante para nosotros pasarla bien en el escenario, que se note, que se sepa qué estamos consumando un acto de homenaje a la música. Para nosotros es muy importante sentir la trascendencia del momento y compartirlo con la gente, así que bueno, con todo.

A más de un año de la salida del tema y el video de Humanidad, Richard adelantó que está trabajando para lanzar un próximo single antes de que finalice el 2022, y que también trabajará con Lisa Cerati en la dirección del clip.

“Estoy muy contento de tener material nuevo para seguir presentando, eso nos pone con unas pilas especiales.”, reconoció el guitarrista, y agregó quehacer el vídeo con Lisa fue muy emocionante, fue una situación muy linda; la convoqué porque desde el momento en que supe que iba a lanzar el tema solo, sin el contexto de un álbum, me parecía que sacar una canción solita sin ningún apoyo audiovisual era como tirar una botella al océano, había que poner una baliza o algo para que se vea. Y me pareció pertinente que el vídeo tuviera una visión intergeneracional: tener un punto de vista fresco, de alguien que no tuviera tanto el oficio del medio y que eso conlleva la suficiente cantidad de vicios que hace que se caiga, por ahí, en el lugar común.”

¿Cómo surgió el llamado a Lisa para que dirija Humanidad?

Me enteré que estaba trabajando en vídeo y le consulté si tenía ganas de trabajar en algo, y cuando me dijo que “sí, que encantada”, le dije: dame la primera impresión que te causa esta canción y trabajemos sobre eso, directamente. La canción estaba en demo todavía, entonces también participó de la gestación del tema, porque lo vio antes de que estuviera terminado. Le mandé el tema y a los quince minutos me hizo una devolución: – Mirá Richard, yo lo que veo así, asá; me tiró un par de referencias para entender el tipo de imágenes y colores que estaba viendo, la situación del crooner, del tipo cantando solo frente al micrófono, y me gustó la visión que tuvo de la canción y de la imagen.

Fue divino trabajar con ella, estuvimos muy de acuerdo en todo y, nos emocionamos mucho de trabajar juntos porque, fue una manera, para ella, de acercarse a su viejo y para mí de acercarme a mi amigo, ¿no?, de una manera nueva, indirecta, pero con él muy presente. Y fue muy lindo, fue completamente… (se toca el pecho con la mano) trascendente, digamos.

Aparte la conocías desde niña.

En realidad, nunca tuve contacto ni con Lisa ni con Benito tan fuerte, de estar en la casa y de jugar al tío. Sí los vi en momentos claves, cuando estaban en el colegio, en el cumpleaños de cada uno, estuve en el de 18 de Benito, de 15 de Lisa, pero no era el tío presente; sin embargo, tenemos una relación que es muy hermosa, porque es muy directa y de mucha confianza y que es sanguíneo, es algo que fue pasando del viejo a ellos y viceversa. Porque nos hablamos como si nos viéramos todos los días, como si hubiéramos compartido muchas más cosas de las que realmente compartimos, pero bueno: lo que compartimos es algo muy fuerte, de alguna manera lo compartimos a Gustavo, yo desde la amistad y la música y ellos por papá. Siempre que puedo hacer algo con cualquiera de los dos es maravilloso.

Las guitarras de Gracias Totales – Soda Stéreo

Richard Coleman se encargó del trabajo de producción de guitarras para el show con el que Zeta Bosio y Charly Alberti se despidieron de su público americano. Ellos tres, junto al tecladista Fabian Von Quintiero y los guitarristas Roly Ureta y Simón Bosio, giraron por República Dominicana, Chile, Paraguay, Miami, Los Ángeles, México, Colombia, Perú y Buenos Aires.

¿Cómo viviste los conciertos del espectáculo Gracias totales – Soda Stéreo?

Fue una experiencia muy muy enriquecedora, muy lindo poder formar parte del equipo, ser convocado desde el principio: digamos que el proyecto empezó a avanzar cuando yo di el okey en cuanto a mi participación. Me ocupé, fundamentalmente, de pensar cómo tocar las guitarras en vivo, la producción de guitarras: cómo lo vamos a armar, con cuántos guitarristas, quién va a tocar qué parte, dirigir los arreglos; después cada uno hizo la parte que tenía que hacer, no es que le dije a Roly exactamente qué era lo que tenía que tocar, no, no hace falta, pero sí lo que hicimos fue repartirnos las cartas y armar un bloque de guitarras del cual Gustavo pudiera estar orgulloso e identificado con eso.

Lo que hice fue reinterpretar las grabaciones de Gustavo originales, con todas sus sobre grabaciones, todos los arreglos de guitarra que él imprimió en los discos y abrir ese juego en vivo, que eso no le hizo nunca Gus, porque él tocaba solo su parte y lo demás o lo grababa o lo tocaba sampleado. O eventualmente invitaba a un guitarrista, en la última gira lo invitó a Leo (García) para que cubriera algunas cosas, pero realmente no se había tocado nunca esto así. Y me tomé el atrevimiento, por supuesto por la confianza que sé que Gustavo siempre tuvo en mí, por conocer desde adentro cuál era su punto de vista acerca del sonido y de su aproximación al instrumento, y del resultado que buscaba. Fue una responsabilidad muy grande y muy emocionante, también.

Que todo esto culminara en estar en el escenario, no solo tocando con Zeta y Charly y el equipo de músicos que formamos la gira, sino de escucharlos y verlos tocar y verlos bien, despidiéndose de su repertorio como merecían, no interrumpidos por una desgracia como fue lo que pasó, sino dándole un cierre al proyecto, a su carrera, de la manera más noble y genuina posible, para mi marca una diferencia y me pone muy bien, así que fue una experiencia hermosa.

¿Qué hubiera comentado Gustavo? Cosas internas como: “Hiciste esto que a mí no se me hubiera ocurrido” o “Te acordaste de tal cosa que a mí me gustaba”.

Gustavo siempre me decía, cuando me pasaba los temas: – ¿Ves qué es fácil? Sonaba una cosa muy complicada y después cuando me lo mostraba tocándolo decía: “No, esto es así, es re fácil”. Y era fácil (se ríe), en realidad, por cómo me lo explicaba y me lo mostraba. Si te lo ponías a orejear solo, no era tan sencillo. Desde el principio, desde que sacamos Héroes en el ’83, siempre estaba esa cosa de que Gustavo decía (imita el gesto de tocar la guitarra): “No, es fácil”, ¿viste?, vamos para adelante.

Entonces sí, algunas veces me pasó, cuando estaba transcribiendo las partes o distribuyendo para hacer que entre dos guitarras sonara un arreglo, en algún momento decía: No, es fácil esto, es sencillo, no me lo tengo que complicar tanto, porque por ahí yo solo me la complicaba; decía: no, no, me tenía que acordar de eso. Y no pienso que me lo hubiera dicho, me lo dijo, me lo dijo varias veces (se ríe): apareció y me lo dijo: – No Richard, tranqui que es fácil esto. Así que, así salió.

En el show cantaste Hombre al agua, ¿quién decidió eso?

Fue una de las opciones cuando se estaban repartiendo los temas, yo no decidí qué canción cantaba cada artista, eso lo hicieron entre Charly y Zeta. Primero me habían ofrecido hacer El rito y, lo probé acá en casa -yo tenía acá armado en mi estudio todas las pistas de trabajo, el multitrack, y con eso puedo imaginarme cómo iba a quedar- y no me sentí muy identificado con el personaje, con la letra porque me sonaba muy nostálgico para lo que es mi actitud con la música y con mi carrera, no la sentía mía la canción. Para mí es muy importante cuando cantó una canción de un colega o de otro artista, sentirla mía, hacerla mía, para lograr una interpretación genuina, actual. Y el otro que me tiraron fue Hombre al agua y dije: Ah, ese sí, porque es una canción más clásica, no se localiza tanto en una década realmente, es un rock clásico, es muy sencillo y, tocado con onda puede sonar en cualquier momento sin retrotraerte a una década o a un sonido de un momento, te lleva al disco, pero eso es por tu experiencia personal, pero si lo sacas del disco no te lleva al sonido de los 90. Y me quedaba muy bien el tono, y dije: ya está, vamos con éste; me entró naturalmente, no lo tuve que forzar, y El rito lo estaba forzando, me estaba poniendo en un personaje ochentero que para mí era demasiado para las circunstancias.

¿Quién eligió a Rolando “Roly” Ureta como guitarrista líder del Gracias Totales?

Lo convoqué yo. Inmediatamente cuando escuché el proyecto, cuando vi todo lo que había que hacer, lo llamé así al toque y le dije: – Mirá, tengo (se ríe) algo para proponerte, así podemos tocar un poco juntos; que nos gusta tocar juntos y se arma algo lindo. También sabiendo un par de cosas: lo bien que toca Roly, que toca tan lindo, lo eficiente que es el audio que tiene y cuánto lo quería y conocía a Gustavo. Después, por otro lado, Gustavo no tocó con muchos guitarristas en su carrera adulta, a partir de Soda Stéreo, no era un tipo que estuviera cruzándose todo el tiempo con violeros. Sin embargo, Roly fue uno de los violeros con los cuales Gustavo no sólo tocó sino que, en la época de Para terminar, le delegó una cantidad de cosas -Gustavo hizo la producción del segundo disco de Fricción-, y le encargó a Roly que hiciera todas las grabaciones en la sala de ensayo. Hay muchas guitarras del disco Para terminar que originalmente las había tocado Gustavo y que para el disco las tocó Roly, o sea que no era la primera vez que Roly estaría tocando las partes de Gustavo en un proyecto, eso de cajón. O sea, yo soy medio maquiavélico, lo pensé así también.

Roly tocó las partes de Gustavo en Fricción; hay una canción que se llama Enjaulados en Para terminar, que no está en los créditos, pero la guitarra rítmica en el disco la grabó Gustavo, que era la que tocaba él en vivo, y eso se lo dio Roly a último momento: Roly venía tocando el tema, ensayándolo y el día de la grabación le dijo: – Che, Gustavo, grabálo vos, tenés que grabarlo vos. Y… ¡eh! Te lo cuento y se me pone la piel de gallina, porque fue un gesto muy generoso de Roly en su momento, y todo sea por la música, ¿no?, todo era porque la canción quedara mejor. Entonces esto fue como una devolución de esos gestos y a ese contacto, y a esa relación.

Yo pensé mucho en Gustavo en todo esto, ¿entendés? Tuve como un diálogo interno con él y, yo supe que Gustavo lo hubiera aprobado a Rolando y, así que fue muy lindo. Fue un monstruo Roly, lead guitar total, sacando nota por nota, dedo por dedo, pedal por pedal el audio de Gustavo: creé un monstruo, porque en un momento le decía: Pará, Roly; se escuchó todas las versiones de cada tema, en todas las versiones en vivo, sacando algún gesto, alguna expresión, hablando musicalmente, ¿no?, algún toque. Roly integró el vocabulario guitarrístico de Gustavo al propio, se hizo una fusión así que después se vio en vivo, realmente fue increíble. Y eso me permitió a mí tocar como yo hubiera tocado en Soda si Gustavo me hubiera invitado a tocar estos shows, eso fue toda la estrategia. Yo pude tocar los arreglos de Gustavo pero con mi audio, con mi interpretación, con una soltura, y Roly se puso a hacer las partes de Gustavo así, a rajatabla, así que fue muy interesante lo que pasó a nivel audio. Es muy lindo lo que pasó con las guitarras y bueno, y Simón Bosio, excelente, fue un agregado a último momento que Zeta me dijo: – Che, busquémosle un lugar a Simón que quiero que toque; entonces Simón metió todas las guitarras acústicas que nunca se habían tocado en vivo, y eso fue maravilloso. Y después tuvo ahí en Un millón de años luz, todo el lead guitar, que lo hizo divino, y fue un placer trabajar con Simón realmente, un pibe divino y un músico súper talentoso.

¿Qué representa La Plata para vos?

Me encanta ir a La Plata, me encanta ir a tocar allá, es un público muy lindo, muy amable, muy sensible a la música, siempre me encuentro con una recepción excepcional, me encanta. La última vez que fui con el Trans-Siberian fue en febrero o marzo del 2019, que tocamos en el Pura Vida (se ríe), en el clásico.

Lo hicimos dos o tres años, después se cortó. La idea siempre fue hacer un ensayo con público, y por otro lado también rescatar un poco la esencia rockera del antro, viste, porque Pura Vida es un antro divino, y entonces, tocar así en un lugar con las condiciones estrictas de antro, con un sonido correcto para el lugar, teniendo muy buen sonido de escenario la banda y haciendo un juego super rockero, es algo que si podemos hacerlo el año que viene lo vamos a retomar. Para mí significó, los últimos años, empezar el año en La Plata. Y después los shows acústicos, fueron los primeros shows que hice después del 2020, creo que en febrero o en marzo del 2021, que fue el primer show que hice fuera de casa, fuera de los shows de streaming, fue ahí en La Plata y estuvo muy bien, estuvo muy lindo. Me encanta el público, me encanta ir y esa sensación de salir también de Capital, ¿no?, de estar en otra ciudad realmente, así que bueno, espero que no se corte.

Muchas gracias, Richard Coleman.

Bueno, gracias gente, nos vemos La Plata, hasta la próxima.

Por Fernando Chatarra Fauszleger @soyfernandoabel

Fotos: Nora Lezano (retratos), Germán Sáez (Gracias Totales), Gonzalo González (Arena CDMX) y gentileza Richard Coleman y Flaco Stéreo

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