Se fue a Mendoza a despejar la “cabeza”
Por Gabriel Alejandro López
Twitter: cololopez74
El tiempo es una creación del humano, no existe el tiempo tal como lo concebimos, pero el calendario dice día 18 y son “dos meses” los que pasaron de la eufórica Argentina que levantaba la Copa del Mundo (con el último penal de quien ayer, justamente, metió un gol de triunfo en Italia: Lautaro Martínez).
Cuatro meses del último Estudiantes-Godoy Cruz, si es muy pincha y recuerda la tarde noche de octubre de 2022 que aseguró el pasaporte a la Copa Sudamericana mientras se anunciaba que ya estaba por acordar el nuevo técnico Abel Balbo. Raro fútbol, que entre los veintidós jugadores de aquella tarde en La Plata sólo siete salieron hoy en la capital de Mendoza (de los albiazules el arquero Rodríguez, Barrios, Abrego, Andrada; y del albirrojo Andujar, “Corcho” Rodríguez y Más).
La cuestión es que la provincia de Mendoza le sienta bien a Estudiantes, que en feriado largo viajó, se sacó las preocupaciones por la carencia de fútbol (en cierta forma sigue en “deuda”), pero no le podrán decir que le faltó mística: la victoria 1 a 0 fue por una bola que en el club llaman “pelota parada”: córner y cabezazo en el primer palo es gol.
“El estadio Provincial en mal estado”, decían por radio Niuil, acostumbrados a conocer cada escenario, de cada uno de los seis equipos que ponen a Mendoza en el fútbol grande: esta semana ascendió San Martín (le dicen “El León” o el “Chacarero”) al Federal A, por un decreto, sumándose al Federal A donde también está Huracán Las Heras; sumemos los tres del Nacional B (Maipú, Independiente Rivadavia y Gimnasia), seis mendocinos, con este Godoy Cruz que hace tiempo discute en la mesa de la “A”. Pero el público Bodeguero es escaso; lo supera ampliamente la cantidad de personas que ven a esa hora la competencia de ciclismo, 47ª Vuelta de Mendoza, en el llano y la montaña, que pasó por el departamento de Godoy Cruz y hoy lo hará por Malargüe, el sur de la provincia.
Las quejas ahora son de Andújar y se ven por TV, porque la pelota que le tiran atrás, le picó como un conejo y despejó con inconvenientes.
“No patearon al arco contra San Lorenzo”, se quejaban los lugareños, y esta tarde será un vía crucis parecido. A los jugadores de buen pie, como Rollheiser, no le será fácil arrancar con sus gambetas de pelota al ras del piso.
Adivinanza. ¿Quién hizo el primer gol pincharrata la primera vez que el equipo jugó en Mendoza? Pista…. Nacional A de 1967, o sea, dirigía el maestro Osvaldo Zubeldía. El jugador no solía convertir sino raspar y hablar. No me crecerá la nariz si digo que el número 7, Carlos Salvador Bilardo, metió el 1-0 ante San Martín de Mendoza. El partido terminó 2-1 para el Pincha.
Hablando del doctor, acá Balbo hizo la de Carlos, cuando después del papelón con Camerún apeló a muchos cambios tal como debe hacer un conductor para lograr resultados inmediatos. Allá en Italia 90 la Selección clasificó y punto (entraron cinco, Monzón por Ruggeri, Serrizuela por Fabbri, Olarticoechea, Troglio por Lorenzo y Caniggia por Balbo); Estudiantes ganó y sigue en carrera (entraron cuatro Lollo por Guasone, Zuqui por Matías Godoy, Piatti por Sosa y Méndez por Boselli).
Y a aquellos cabezazos goleadores de Troglio a la Unión Soviética y “Moncho” Monzón a Rumania, se lo podrá comparar con el testazo de Luciano Lollo a los mendocinos. Iban 27 minutos del primer tiempo, el defensa ganó en lo alto, con jugada de la vieja escuela, ensayada, que se tira al primer palo y allí el hombre que ha de marcar la diferencia. El jugador volvía a jugar (desde octubre no lo hacía en forma oficial) y festejó el primer gol con la camiseta albirroja.
Volvió también un mendocino al equipo Pincha, que no había jugado nunca de titular con Balbo, nacido deportivamente en Godoy Cruz, Zuqui, que a los veinte minutos se “tiró” sin piedad a los pies de un rival y le perdonaron la amarilla.
Aburrido trámite, que por momentos dio para el bostezo y a los que no estaban a la cancha, los impulsaba a recordar una tarde de 2006, la primera vez que le ganaban a este adversario como visitanes, 3 a 1 (Alayes, Sosa y Pavone). Era la quinta victoria al hilo (la fecha después del 7 a 0 a Gimnasia), Pavone llegaba a los 40 goles por torneos locales en un domingo de 40 grados. Quedaban 7 fechas y se ponían terceros.
El segundo tiempo sumó más problemas a los locales: 7 minutos, expulsado Juan Andrada por falta violenta.
La necesidad tiene cara de hereje, el Pincha llevaba trece fechas sin ganar de visitante (con 9 caídas), y nunca por la Liga había ganado con el nuevo DT (solo por la Copa Argentina), y entonces mete línea de cinco defensores, con el refresco de Juan Guasone, para bancar en su altura de 1,97 cualquier intento por pelotazo aéreo. Y agotará cambios para enfriar el ritmo del que nunca llegó a profundizar: el Godoy Cruz del “Traductor” Flores. “Qué locura, tantos cambios, se desvirtúa”, se lamentó el comentarista Niembro.
Sin embargo, una sola llegada (sí, una en 180 minutos para los de Mendoza, contando el anterior compromiso) casi deja el juego igualado, pero el remate de cabeza lo tuvo a su merced el local, pero gracias a un empujón que tiró al “Corcho” Rodríguez: gol anulado perfectamente, sin necesidad de verificar.
“La interpretación fue perfecta, había que ganar y se ganó”, comentó Balbo en conferencia, acostumbrado a jugar en los terrenos europeos que nunca se parecerán al que se vio en Mendoza. El estadio que se inauguró para el Mundial 1978, la provincia donde la subcampeona Holanda se alojó en la primera fase, paseando por Potrerillos y lagos majestuosos donde los futbolistas se olvidaban del fútbol, sin presiones de nada. Los muchachos naranjas que en ese Estadio golearon a Irán 3 a 0, con tres goles Rob Rensenbrink.
Para el hincha, qué mejor que brindar por una victoria, por más ajustada que sea, que ahuyenta los malos presagios.
“Todos los jugadores tiene la misma posibilidad de jugar. Nosotros armamos el equipo en base al rival y para aprovechar nuestro juego. Este partido les tocó a ellos y tal vez el próximo haya otros nombres. El once siempre va a ir cambiando”, se oyó de Balbo, el que emuló a su viejo maestro Bilardo y cambió a cuatro.
La escapadita a Mendoza, en un feriado que se extenderá hasta el martes, podría seducir a un par de hinchas que se acomodaron en las hermosas plateas. Por allá andan Juan Cancio (hincha que en su juventud conoció la gloria en el viejo estadio Old Trafford de Manchester United), junto a Luis Viña (el apellido connota a las uvas y en el deporte a lejanos equipos de voley del Club), amando a la vida como a Estudiantes, y con fe. Qué mejor virtud para vivir que ésta.