De jugar al fútbol al primer disco: una “Huella maestra” para la sanación
Nace una nueva producción audiovisual, un nuevo disco, y por designios o casualidades, el día de la presentación será el mismo en que la Selección Argentina de fútbol debuta en un Mundial. Y horas después del partido, un ex jugador de fútbol amateur, que vistió con honor la camiseta de la Asociación Coronel Brandsen y al que sus sueños lo habían llevado a intentar un poco más, hoy cumple otro sueño, el del artista, que produce el disco, Huella maestra, que trae varios mensajes, “porque cada canción es una huella”.
Para el platense Nicolás Serrano, a los veintitrés años, la música y la pelota se entremezclaron en todo momento, hasta que una de las dos pasiones sufrió un desengaño. “Fui abusado en lo psicológico y sexual”, confiesa. Las emociones de aquel tramo de su vida están reflejados en la letra de “Ritual”, el tema más impactante, por tratarse de un episodio que dejó una marca dolorosa cuando tan solo tenía diecisiete. En aquel tiempo, un representante de jugadores aceptó ayudarlo, pero involucrándose de una manera que avasalló a Nicolás, quien indefenso no supo cómo manejar la situación.
“Esta persona tenía contactos con un club de la AFA, pero me hizo pasar por un arrebato muy fuerte del que me costó recuperarme”, dice el cantautor, quien en colaboración con productores audiovisuales independientes hicieron gala del arte en un video que representa su calvario. Y eligió hacerlo en un lugar caro a sus sentimientos, en la cancha de Brandsen. Cabe aclarar que en este club no fue donde se produjo el abuso, “porque la persona directamente no iba a los partidos, pero ejercía otro tipo de control y tenía actitudes intensas”. El “modus operandi” de aquel empresario terminó por cortar sus alas.
“Lamentablemente me tocó conocer ese lado hostil del fútbol, donde muchos chicos que incluso vienen de afuera, con sus ansias de dedicarse, pueden pasar por esto y tal vez no puedan decirlo. A mí me pasó, y hoy digo que hay que pensar dos veces cuando uno habla con una persona que recién conoce. Aquel hombre me prometía muchas cosas, que por ahí cumplía a rajatabla. Una vez me premió regalándome unos botines, y era como diciéndome ‘mirá, yo te estoy llevando por este camino’. El abuso psicológico siguió cuando me llevaba a lugares donde pasaban estas cosas del abuso sexual. Yo no quería eso, no me hacía bien. En ese momento estaba de novio y a ella no le pude decir nada. Todo esto puede entenderse al ver el video que compuse con el elenco de actores”, expresó el cantante.
Pasados los años, con una sanación que buscó y que mantiene como objetivo en su vida, Nicolás lanzará este 22/11/22, a la hora 11.11 AM, su joya literaria. El tema de la numerología le interesa en su camino de búsqueda de sanación, “son números maestros y hoy se abre un portal energético”, acota quien sabe del reiki y sus beneficios. Ingresando en las plataformas digitales de Huella maestra (todas, principalmente en Youtube y Spotify) se podrá ver la presentación oficial de lo que parece ser el inicio de otro camino.
“En un rincón me pregunto si lo que siento es real”, es parte de la letra que se adentra en un territorio íntimo, que recorre las venas de aquel jugador que tuvo la Asociación Brandsen entre los 6 y 20 años. “Piernas debatidas, brazos desnudos, no puedo soltarme de su ritual / La sinceridad me hace fuerte en este mundo de hostilidad”. Los acordes de la guitarra y la voz denotan el dolor y la violencia que soportó durante un corto tiempo, pero que realmente definió como “intenso”, hasta que pudo sacarse de encima al abusador, al tiempo que también por el golpe emocional y por los estudios universitarios terminó por dejar la pelota.
“Volver a la cancha y grabar allí fue poder sanar otro poco más. Se lo decía a mis compañeros, que pudieron interpretar perfectamente el papel de lo que yo había pasado. Creo que hoy día, en que las mujeres tienen su voz organizada, hay hombres que por ahí callan. Ojalá que muchos no callen y puedan hablar este tipo de problemas, que no lo guarden”, dice Serrano.
El musical concluye con una vieja fotografía del joven jugador ardiendo en una fogata y varios mensajes escritos en videograph. “Muchas personas sufren o sufrieron diferentes tipos de abuso. Esta es mi historia. ¿Y vos? ¿Te animás a contar la tuya? La sinceridad nos hace fuertes”.
La semana pasada el cantautor presentó el trabajo ante alumnos, profesores y amistades en el auditorio del Bachillerato de Bellas Artes (calle 10 entre diagonal 78 y 63), donde reconoció que así como esas aulas, también la cancha de Brandsen (calles 161 y 52) fueron espacios donde se inculcaron valores, momentos de calma y alegría, con una indispensable presencia de la familia. En parte, siguió el camino de su papá que también jugaba al fútbol y hacía música en el mismo club de barrio. Además, su abuelo fue entrenador y dirigente. “Ojalá que esas instituciones puedan tener un lugar donde puedan hablar estos temas en el caso de que alguien los esté pasando. No por eso hay que vivir perseguido, pero sí tratar de tener un panorama más amplio”.
Volviendo al álbum, rescató temas que les gustaron mucho: “Hay que vivir” y “Voluntad”.
“Ritual” lleva como hashtag #SacatelaCinta, que es otra palabra futbolera que identifica a los capitanes de un equipo, esos líderes positivos que suelen hablar con el árbitro. Claro que esta cinta, en el video, figura en la boca, la que está impedida a contar por razones psicológicas, por necesidad de ayuda. La pelota ha sido la compañera de tantos chicos, que al igual que Nicolás no pudieron tener un final feliz. Esa pelota con forma de planeta, esa tierra donde los seres espirituales vinimos a aprender, una tierra que sufre al igual que un vientre materno. Son tiempos donde todos buscamos sanación. El disco de Nicolás es otra puerta abierta para entender que hay formas para hacerlo. Componer y largarse al escenario es una de ellas.
SU FAMILIA, UNA INSTITUCIÓN
El vínculo de la familia Martins Serrano con la Asociación Brandsen empezó en los albores de la década del 80, cuando el club tenía participación en LIFIPA y allí estaban los abuelos de Nicolás acompañando a Javier Martins Serrano, el arquerio de la categoría 72. Eran los días en que la Comisión Directiva había dado un ejemplo de cómo ayudar socialmente y entonces acudió a un Instituto de Menores para autorizar la apertura al juego del fútbol a muchos chicos que no tenían familia. La salida recreativa para entrenar y jugar era encabezada por varios dirigentes como don Oscar Martins Serrano. Quedó en el corazón y en el libro de los sueños hechos realidad no que uno de esos chicos terminó siendo adoptado por una de esas familias de Brandsen.
“Por suerte tuve muchos técnicos y buenos”, evoca el músico que hoy presenta Huella maestra. Y volviendo su vista atrás empieza a hablar de un genial técnico, Diego Calandria, quien era arquero de la Primera. “Arranqué de arquero y después me fui a jugar arriba, lo mismo que había hecho mi papá en este club. Claro que tuve que ganarme el puesto en el campo y Brandsen me dio esos valores para lucharla”, cuenta agradecido quien alcanzó a entrenar en la Primera, hasta que dejó. Hoy está por recibirse en la Facultad de Bellas Artes.
Las vueltas de la vida. Su papá tenía veinte cuando Brandsen festejó 50 años y fue elegido como un número artístico en la cena show aniversario con el grupo en el que incursionaba, “Los del pago”. Entre las anécdotas inolvidables de su juventud, Javier tuvo a cargo la cancha de padel del “Coronel”, que se inauguró en 1990 en la sede de avenida 60 entre 23 y 24. Además, jugó de titular en la Primera de la Liga Amateur, dirigido por un histórico caudillo del fútbol argentino, Antonio Rosl (ex Gimnasia, San Lorenzo y la Selección), quien en 1993 estuvo en Brandsen.
Nico dice y se emociona: “Acá en la cancha de Brandsen donde hicimos el video está mi abuelo, sus cenizas se esparcieron acá, pero está el alma”.
El campo de juego principal fue bautizado Francisco Pancho Varallo en homenaje al goleador argentino en el primer Mundial de 1930, recordado vecino de plaza Brandsen. Allí había sido clave el aporte de socios, vecinos y deportistas de la Asociación Coronel Brandsen, que estrenó esas instalaciones el sábado 27 de mayo de 1995.