Conmoción en Argentina: Sasha de 13 años denunció que había sido violada por 6 personas y se suicidó.
Sasha tenía 13 años y toda una vida por delante, vivía en el barrio Agostini de Pilar y se preparaba para festejar un nuevo cumpleaños el próximo 20 de noviembre.
El jueves pasado, publicó un video en su perfil de Instagram en el cual mostraba imágenes de cuatro personas, dos mujeres y cuatro hombres, que presuntamente la habían atacado sexualmente. Entre los acusados estaban su padrastro y su hermanastra. El viernes 4 de noviembre, se suicidó.
«Me quitaron la vida, me la arrebataron”, escribió la adolescente en su posteo, con música de fondo y algunas fotos ilustrativas sobre el abuso infantil. Luego, completó: “Triste aquel día, el sol se apagó, lloraron las flores, lloraron los ángeles”. El texto corresponde a un fragmento de la canción «Que la Vida Vale» escrita por la cantante mexicana Natalia Lafourcade, quien el año pasado había relatado que sufrió episodios de violencia de género en sus relaciones.
Tras la muerte de la adolescente, y ante la viralización de la noticia, alrededor de 300 vecinos se dirigieron el domingo a la casa donde vivía la chica con la intención de hacer justicia por mano propia. Lograron linchar a uno de los acusados y prendieron fuego la vivienda y el auto de la familia de Sasha.
Tras el ataque, se inició una causa de oficio en la UFI N°1 de Pilar, a cargo del fiscal Raúl Casal, para saber qué hay detrás del trágico fallecimiento. Lo primero que hizo fue ordenar la autopsia al cuerpo de la menor, examen que fue realizado en la morgue de San Fernando.
Horas después, el resultado acrecentó todavía más el misterio: Sasha falleció por ahorcamiento, pero no se encontraron signos compatibles con abuso sexual.
Sin embargo, al creer que puede existir un elemento de violencia de género, el caso fue enviado a la UFI de Violencia de Género de Pilar, liderada por la fiscal María José Basiglio, quien tomó contacto con el expediente en las últimas horas e iniciará su investigación.
El lunes hubo una nueva movilización. El destino fue la Escuela Secundaria N18 de Agostini, Pilar, sitio al que concurría la chica, para reclamar por la presunta responsabilidad de los responsables del establecimiento al omitir los pedidos de ayuda de la criatura.
“Sasha me contó en el baño del colegio que era abusada por un vecino, su padrastro y su hermanastro, pero que su mamá no le creía”, expresó una amiga de la víctima en diálogo con el portal Resumen. Otras versiones sostienen que la madre de la menor era cómplice de los abusos y que la “entregaba” para no pagar el alquiler.
Otra allegada a Sasha, manifestó: “Ella dio aviso a muchos adultos, profesores, preceptores y directivos de su colegio y nunca la ayudaron en nada. Ella sufrió muchísimo y lo peor es que buscó ayuda y no la ayudaba nadie”.
La marcha comenzó de forma pacífica, pero de repente aumentó rápidamente el número de personas y nuevamente se generaron disturbios. Hubo daños materiales y gomas quemadas, por lo que tuvo que actuar la Policía de la provincia de Buenos Aires.
Se espera que la justicia actúe de la forma más sensata, rápida y lógica posible.
