El amor después del amor
Acertó mi amigo Mariano, habitué de la popular de 55, en sacar justo este viernes la entrada para ver a Fito Paez en Buenos Aires. El cantautor que impregnó los corazones de una generación que allá por los noventa cantaba hasta el delirio temas como El Amor después del amor (el disco más vendido en la historia discográfica del país) y una muy especial que los hinchas de Estudiantes hicieron propia cambiando la letra. “Todos los momentos que viví / todas las canchas donde te seguí / cuántos campeonatos festejamos, cuantas copas levantamos desde que te conocí…”, que cambiaba la letra original del Flaco… “Todas las mañanas que viví / Todas las calles donde me escondí / El encantamiento de un amor…”
Veintidós meses con Zielinski DT. En la fecha veintidós… en el año veintidós. Parece una señal. La entrada en calor de los equipos se hace larga… ¿Que tal si ponen a jugar a las viejas glorias o algunos chicos para darle un “partido aperitivo” a tanto hincha que llega temprano? Sería una linda opción.
Y hablando de viejas glorias, en el banco de Colón se sentó (muy poco, porque lo vivió de pie) Marcelo Saralegui, uruguayo de cuna, un tipo recio hasta en la mirada, que definió el partido como “psicológico”. Y razón no le faltaba… Hacía seis partidos que no podían ganar y hacía tres que no convertían. Veremos cómo terminó el asunto. ¡Ah, un dato de color!: Marcelo nació en el Uruguay el 18 de mayo de 1971; ocho días después Estudiantes jugaba una final de Copa Libertadores (la cuarta edición consecutiva donde ya se mostraba al continente como un bravo León). Aquel 26 de mayo, en La Plata, ganó el primer partido 1 a 0 ante Nacional de Uruguay, con gol de Daniel Romeo ¡de palomita!
El encuentro empezó intenso, con un pique de Pierotti que se mandó al área como si fuera el dueño: 1 a 0. Iban 18 minutos.
Seguirá siendo emotivo de la A a la Z… de Zuqui. El joven que salió de Boca, pasó por Colón y hoy es estudiantil convirtió un golazo, el empate que sacó del corazón, con una rodillas que sangraba y una actitud guapa de no querer que lo saquen. Zuqui quería más y en esa rebeldía de potrero le mandó un centro a Boselli, quien se quedó “en las puertas de la gloria”. Y no fue gol Pincha por esas cosas. Desde Radio Universidad contaban que “venimos trayendo una cuenta desde el 20 de julio, a partir de ese día el equipo de Zielinski no puede meter más de un gol”.
En el minuto 46 un cabezazo de Díaz no alcanza a traspasar toda la línea, pero el árbitro ante sus dudas indica la mitad del campo. Ese sería el segundo gol, hasta que el VAR informa que es erróneo el fallo del árbitro en cancha.
Segundo tiempo. La noche empieza a refrescar. Hay un tiro libre peligroso. El “10” de los blancos (aunque a Colón se lo apoden “Los Negros”) le pondrá alas a esa pelota, una ejecución angelada que no podrían detener ni dos arqueros. Señor Gol de Colón. Es “La “Pulga” Rodríguez que me lleva a recordar a “La Pulga” Ríos, quien lo mira por TV en sus pagos entrerrianos. Sí, don Alberto Ríos, 80 años, un campeón de aquellos de los años sesentas, con Colón (ascendió en 1965) y con Vélez (ganó el Metro 1968). Hace poco, cuando jugaron los Sabaleros y los Fortineros, lo atendieron a cuerpo de rey en un Palco.
-¿Para quién va a hinchar “Pulga” Ríos?
-No señor, mire, yo vengo a ver buen fútbol.
En esa respuesta se notan los valores, de alguien criado en otra generación, que jugó “otro fútbol”, uno de los tantos chicos del interior que agarró la valijita y salió con sus sueños a triunfar. “El fútbol me dio todo”, dice profundamente emocionado, mientras no puede dejar de celebrar el golazo de Rodríguez, junto a su amada mujer Graciela (hincha de Racing) y las tres hijas, las hinchas más seguidoras que le dejó la vida… Eleonora, Anastasia y Juliana.
Quienes lo vieron, dicen que cuando Ríos jugaba pasaba al ataque por sorpresa como hoy en La Plata lo hizo Bernardi, que en el minuto 24 se manda a la carrera y lanza un centro para que Abila empalme la bocha y decrete el 3-1.
Santa Fe siempre infunde respeto, pero el Pincha en su casa jamás recibió cuatro goles (en su nuevo estadio) ni cuatro de este rival (en todas las visitas que hizo en la historia). Santa Fe es una provincia abundante en “semillero” hacia las cuatro direcciones. En el norte de “la bota”, donde están Colón y Unión, detectamos recientemente a dos ex campeones de Estudiantes. “El Colo” Re (Unión de Totoras) y “El Flaco” Pereyra (Boca de Selodino), participantes de la Liga Totorense de Fútbol.
En remates al arco el Albirrojo es más: 13 a 10. Y hay uno del paraguayo Morel que merecía ser el descuento, pero en la “ratonera” se estiró como un gato Chicco, buen arquero visitante.
En remates al arco el Albirrojo ha sido más. 13 tiros, sobre los 10 de Colón. Uno del paraguayo Morel mereció ser el descuento pero en la “ratonera” se estiró como un gato Chicco, buen arquero visitante.
A los 27 minutos otra vez “El Pulga” Rodríguez, que entre cuatro rivales toca a la red y anuncia el cuarto. El tucumano de Simoca está empecinado con Estudiantes: diez goles en sus últimos cinco partidos.
“Resultado para estar atentos después del partido. Al Ruso se le hacen un poco largas las semanas” advierte el periodista platense Federico Bueno en la transmisión de TV, a un costado del banco de suplentes donde el técnico ya tiene una decisión tomada.
Córner de Zapiola desde el sector donde la avenida 1 se intersecta con la 55, de allá sale el balón con una comba que aprovecha Noguera para poner la cabeza y el 2-4, más lógico y más decoroso.
A la estadística… Estudiantes termina metiendo esos dos goles en un partido que hacía tanto no se le daba, pero llega cuando no alcanza, cuando es tarde.
Al historial… El 29 de septiembre de 1996 hubo un Estudiantes 2 (goles de Gastón Córdoba —de penal— y Palermo) Colón 3 (Rodolfo Aquino x 2 y Marcelo Saralegui —el mismo uruguayo que veintiséis años después es entrenador—).
A la sala de conferencia…. El presidente pincharrata Martín Gorostegui anuncia que hasta el final del torneo dirigirá el equipo Pablo Quatrocchi. Zielinski comunicó a los jugadores que no quería seguir. Y esta vez la dirigencia aceptó la decisión.
Se va el “Ruso”, al que tanto aprendieron a bancar, cuando empezó a sacar los mejores resultados en la nueva cancha. Al que empezaron a ovacionar en algunas noches de Copa. Ayer, después de veintidós meses, fue el final de ciclo.
¡Al futuro.,.! Hay que mirarlo siempre optimista, porque esto es fútbol, algo lindo que nos pasa a los argentinos. No es el destino de la República, no es la salud ni la seguridad. Y al fútbol se lo vive hasta en la semana cuando ni se lo juega. El fútbol que se parece a la vida misma con emociones de alegría y de tristeza. El hincha tiene para sus adentros una verdad, ¡siempre se sale! Como en aquellos años noventa, cuando hubo un descenso y un retorno casi inmediato. Cuando peleó un torneo precisamente con Colón, al que goleó 5 a 1 con goles de Prátola, Verón, Calderón y dos de Capria. Aquella banda, como le decían al plantel, que al igual que la canción de Fito, pero cambiándole la letra, hacía vibrar a media ciudad…. “Vos me das alegría, yo te doy mi amor, la razón de mi vida / es salir otra vez campeón”.
Hizo bien mi amigo Mariano en ir sacar el ticket para Fito ayer, cuando Estudiantes estuvo en otra cosa.