La historia se vuelve historia si es contada. Y esta que acompaña Rosario Central (1) y Estudiantes (1) se vuelve parte de esas hazañas silenciosas de los hinchas, destinatarios principales de las alegrías futboleras. A don Víctor Faga le volvió a pasar algo singular, siendo Pincha pero viviendo ahí nomás de Rosario. Anoche fue uno de los incógnitos en un mar humano de corazones canallones, a los 61 años, Pincharrata nacido, criado, casado y con dos hijos encaminados en San Lorenzo, Santa Fe, a 25 kilómetros de Rosario. Y se las rebuscó para conseguir una entrada y “sentir los mismos nervios que cuando era chico de nueve años y mi papá me llevó a mi primer partido, contra Central, y en Estudiantes todavía jugaban algunos campeones del mundo. Yo era un niño y se me movieron todas las estructuras que puedas imaginarte”. El mes próximo se cumplen 52 años de ese encuentro donde Central se impuso 3 a 1 (goles de Landucci, Gramajo y Bóveda, siendo Alberto Fanesi en contra el autor del gol de la visitae). Fecha uno del torneo Nacional A ’70.
Víctor pensaba que ese cosquilleo, ese fervor “iba a irse de grande”, que no podría durar tanto una intensidad tan grande cada vez que se acerca la fecha en que sus colores rojos y blancos (dos veces al año) estén tan cerca de su casa, pero el hincha le erró con el cálculo… No solo que no disminuyó el sentimiento, sino que se agigantó.

La fotografía que tomó Víctor en una platea del mítico Estadio “Gigante de Arroyito”

Tiene algo Rosario y para quienes intenten estudiar el origen del deporte argentino lo pueden hallar en estas latitudes del país, porque por algo nació el primer club, Atlético del Rosario, para jugar cricket en 1867. Pioneros. Tiene algo Rosario para un hombre-gol que con sed de gloria fue campeón en Central y en Estudiantes, “Paolo” Trama. Tiene algo Rosario para dos amigos con los que brindé en la previa, “Cacho” Massa y el “Cabezón” Ignomiriello, que en sus años de laburo táctico pasaron por los dos vestuarios. ¡Qué honor el de don Miguel, que transitando nueve décadas de pura vida hace poco se encontró con un homenaje hermoso: bautizaron la cancha número 1 de Granadero Baigorria con su nombre!

Amigos y colegas. Héctor Cacho Massa y Miguel Ubaldo Ignomiriello, en la previa de Central-Estudiantes. Los dos trabajaron en ambos clubes.

Los primeros 15 minutos son un compendio de la mejor historia Pincha, la sesentona, la de pelota quieta y bien trabajada. Minuto 13, desde la esquina derecha partió la bola, salió el cabezazo y el arquero que manda al corner de vuelta; y desde el otro lado costado le dan con rosca y esta vez la pelota sobra, pero está Castro para recargar el peligro y centrear hacia el punto del penal donde Boselli, vivo, salta y conecta con el parietal. Enmudeció a un estadio. Víctor (el hincha solitario) se contuvo y haciéndose como el “preocupado” habla con su hermano, que es hincha de San Lorenzo y lo acompaña. Por dentro, Víctor es una licuadora de emociones: ve la camiseta celeste del arquero rival vencido y se acuerda que ese color lucía Pezzano cuando vio a Estudiantes por primera vez. Al que se le borra la alegría de la cara es a Carlitos Tevez, quien en la salida de los equipos recibió “caricias Boca Jrs.” de Zuqui y Boselli, quienes fueron amigos desde lo días más lindos de la pre adolescencia.

Boselli (autor del gol) y Zuqui, antes del inicio del partido, saludaron efusivamente a Tevez. Se conocieron en las infantiles y juveniles de Boca

Por la cabeza de hincha enamorado de ese Víctor que integra una orgullosa minoría, ese grupúsculo de amigos, como los que todavía frecuenta y algunos que se añoran porque ya se mudaron de barrio… Hinchas de Estudiantes en la provincia de la bota, los compinches que armaban “un tour” para unir la breve distancia de sus casas hasta la Rosario… “¿Quien pone el auto?”, “¿y si vamos en colectivo por si nos hacen algo?”, “¿a cuál de los hoteles va a concentrar el equipo?”, “hay que visitarlos, apoyar al Pincha”. Era pedir autógrafo o una foto y hasta charlar con los jugadores cara a cara “hasta que no nos daba más la cara de emoción, porque antes a nuestros jugadores solo los podíamos ver en algún televisado de los viernes, o los seguíamos en las transmisiones de radio. Trabamos algunas amistades, con Carlos Landaburu, el “Tata” Brown, el “Titi” Herrera, y con dirigentes, como Franco Simone, el escribano Arrieta, el doctor Cichetti, o el recordado Julio Alegre que me regaló una camiseta en un vestuario, y el querido Ruben Koroch que justamente más de una vez me hacía pasar al vestuario” ¡Uy, los recuerdos Víctor!
Como buen observador, te habrás dado cuenta que el Pincha ayer se vistió con la camiseta ganadora en Inglaterra, y que los rosarinos estaban de azul, igualitos al Manchester United en el ‘68. Y pasaron más cosas curiosas con semejanza a la epopeya intercontinental: fue de noche y el Pincha pegó rápido por un cabezazo de Juan Ramón Verón (ahora lo aplicó Mauro Boselli)… El clima que baja de los cuatro costados era también infernal, solo que los ingleses no tenían bombos ni trompetas como la banda centralista.
El partido se torna más vibrante cuando en Radio Dos, el relator Jesús Emiliano trata de convencerse y seducir al oyente. “Estudiantes gana 1 a 0, pero ya no le sobra nada”. Es un enorme narrador, que te lleva un pedazo de la cancha a tu casa, un delibery de palabras encantadas de fútbol.

Cabina de Radio DOS. De anteojos negros, el gran relator Jesús Emiliano

El comentarista le echa más leña al fuego del éter: “Ya es otro partido, Estudiantes al pelotazo y Central que dice ‘vamos para adelante’ como en el campito”. Sortean una camiseta del Seleccionado y la consigna es ¿Quién es el ariete que ganó un título del 80 en Central y dio la vuelta olímpica en el 82 y el 83 con Estudiantes?. Respuesta: si el lector de esta crónica está atento, su apodo y apellido ya fue escrito líneas arriba… La trama del cotejo se pone interesante y Andujar con su experiencia le tapa una clara a Cerrudo. Gran despliegue físico del once de Zielinski, con dos abanderados del sacrificio y la marca, Noguera y Morel.
La otra consigna, la que nació en City Bell durante la semana, fue tratar de romper esa inercia que pesaba en los partidos de visitante. La última victoria en esta Liga fue en la segunda fecha (van diecinueve) y lejos de UNO ya van ocho sin poder ganar, con cinco derrotas.

Con el alma. Así defendió el paraguayo Morel, uno de los mejores valores de este Estudiantes de Zielinski

Víctor sigue sufriendo y tal vez intentando algunas estrategias para respirar un poco, mandando un audio de wasthsapp como para aferrarse al 1 a 0. Podría intentar rezar, o meditar con los ojos abiertos, pero es un hincha y no un gurú… La pelota va y vuelve, apasionante encuentro, y en esta cancha nunca fue fácil. Esta provincia es una “huerta” de futbolistas que crecieron en todos los rincones. Santa Fe tiene 19 ligas. La Liga Santafesina de Fútbol (con sede en Capital) 31 clubes; la Liga del Sur (sede en Alcorta) 18; la Rafaelina (de Rafaela) 37; la Regional del Sud (Villa Constitución) 13; la Ocampense (Villa Ocampo) 15; Cañadense (de Cañada de Gómez) 18; Casildense (de Casilda) 16; la Interprovincial (de Chañar Ladeado) 13; la Galvense (de Gobernador Galves) 12; Paivense (de Laguna Paiva) 11; Regional Ceresina (de Ceres) 11; la Reconquistense (de aquí salió Gabriel Batistuta) 16; la Esperancina (de Esperanza, conocida por “Liga de las Colonias”) 27; Totorense (Totoras) 17; la Venadense (de Venado Tuerto) 35; la Verense (de Vera) 19; la Liga Departamental (San Jorge) 15; la Regional Sanlorencina (de San Lorenzo) 14 y la Asociación Rosarina (sede Rosario) 46.
Toda esa fuerza pareció explotar en el minuto 91, cuando Central con mucha vergüenza deportiva y después de salvarse un par de veces en contraataques de manual, se encuentra la igualdad. “¿Saben qué? Tienen que ir a abrazar a Broun, ya se los dije cuando Estudiantes pudo haber convertido el segundo y el Fatura paró la derrota. Si Central empata, vayan a abrazar todos a Broun”, decía el relator local. El “Chipi” Franco Frías, rapidito en el área, la vio venir a sus pies y mandó a la mocosa adentro.

Picardía y ubicación la del pequeño Frías, de 20 años, nacido en Granadero Baigorria

“La vida nos llena de preocupaciones, y creemos que un partido no puede influir… Pero quienes somos hinchas de alma sabemos que sí, que un triunfo nos da energía para la semana y que una derrota te tumba”.
La frase lleva el sello espiritual de un hincha, que como este entrañable Víctor, o como Sergio —otro de los fundadores la Filial Rosario que anoche andaría también “camuflado” en otro sector del Gigante—, cada día de partido tiene cita sagrada, de la forma que fuere. Víctor, que con la radio tuvo largos años de idilio, hoy es uno de los colaboradores del programa legendario de los partidarios, “Estudiantes y su gente” (sale el domingo a las 20 por el aire de FM La Redonda).
Claro que dos veces al año, cerca de Rosario, en San Lorenzo, ese grupo con Víctor como estandarte se prepara como para una fecha patria. Sea con Ñuls o con Central, si se le gana el hombre se siente más fuerte que el propio intendente. Por eso se entiende la desazón del agónico gol en tiempo cumplido y el último fragmento de audio que entró en la noche larga: “Un gol así a uno lo parte al medio”. Se compensará con las milanesas con papa, junto a su hermano, y a otros periodistas que disfrutaron de la mesa, Alfredo Teruggi, Manuel Elicabe y Tomás Yaques.

Víctor Faga, Gustavo Faga (hincha de San Lorenzo), Tomás Yaques, Manuel Elicabe y Alfredo Teruggi

No debe ser la raíz del problema el resultado, sino el amor y la historia de Estudiantes. Y la historia de los Faga, que merecía ser contada para que sea más historia. La de un hincha que siente y sufre, desde el interior, con la humildad y el silencio de un auténtico hincha.
A no bajar los brazos. Ya lo sabe.

Por Gabriel López
Twitter: @cololopez74

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