Pese al cero, sigue firme el Corazón Azul y Blanco

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Ya está. Es un punto para cada uno, como también el reparto de reclamos en el VAR. Ya está, 0-0, “fue”, “olvidate”, todo el parloteo está demás, incluso las palabras de antes de jugar ya no sirven (Gorosito: “nos van a esconder las pelotas”) y las que le contestaron después (Damonte: “Sus palabras no ayudaron. Le dio de comer a mucha gente que está esperando algo así como para pegarnos”). Sarmiento de Junín 0 Gimnasia y Esgrima La Plata 0. Para recordar, eso que olvidamos: el respeto. Y para olvidar, eso que frecuentemente recordamos, las grietas. Pero el fútbol sigue.

Gorosito llega al estadio “Eva Perón” de Junín.

Conocedor de que no hay partidos fáciles, allá en Junín estuvo Fernando Manrique (periodista y de los partidarios, el mismo que en 1994 se dio el gusto de acompañar al Lobo a Japón), permaneciendo con el eslogan de su programa Corazón Azul y Blanco, “presente apoyando al equipo”, como lo hizo en Chaco, o en compromisos del básquet recientemente en Olavarría y Chivilcoy. Esta vez, por pedido de su hijo Lucio que quiso estar, sumó un hincha de lujo bancando los 322 kilómetros. Cosas lindas de la vida, con la pelota como excusa.

Fernando Manrique y su hijo Lucio, en un rincón de la vieja platea del Club Atlético Sarmiento.

El historial “peleagudo” dice que entre la A y la B, con el de ayer se midieron diecisiete veces: 5 ganó Sarmiento, 5 pardas y 7 victorias Gimnasia. Acaso la mejor tarde Tripa en Junín fue en 1952, cuando el Club llevó por decisiones políticas el nombre de Gimnasia y Esgrima de Eva Perón, y logró un triunfo clave en el estadio “Eva Perón”, vaya la coincidencia. Pasó hace 70 años (21 de diciembre de 1952, gol de Chirico, 1-0), manteniendo el puntito arriba en la tabla de Primera B para ascender en la fecha siguiente, con pasaporte de campeones.
Pasan los años, la piel se arruga, las modas cambian, los nenes crecen y uno contempla a dos futbolistas hoy en los Verdes, el “52” Emiliano Mendes y el “19” Lucas Castro, con sus musculaturas robustas, su juego interesante, habiéndolos vistos tomar helado y jugando al metegol en El Bosquecito. El Gordo y el Pata hicieron las infantiles, son de la misma categoría ’89, y un día se enamoraron de la azul y blanca cuando llegaron del Alumni de Los Hornos con edad de Prenovena. ¡Otra que las figuritas del Mundial! Mirá el look del Pata en las figus de prensa de Sarmiento.

Lucas “El Pata” Castro, fue jugador de Gimnasia desde Prenovena y debutó en Primera en 2009. En 2012 fue transferido a Italia

“Vamos Verde, arriba Junín”, gritan en el pueblo, toda una ciudad detrás de ese equipo, que en La Plata una vez abrió la Filial José “Toti” Iglesias. El primer tiempo se fue volando, algo “light”, donde la pelota realmente estuvo “escondida”, pero no como preveía Gorosito, sino porque no podían jugar, ni tenerla, ni regalar alguna jugada bella. En la capital bonaerense lo seguía por TV un gimnasista cumpleañero, Daniel Loyola, el actual presidente del Ente Municipal de Turismo de La Plata. Cuando Daniel arribó en 1984 se enamoró de los colores y del griterío de la hinchada que ya preparaba otra vuelta a la Primera. Allá, de joven, tiraba para Sarmiento. Loyola ya pasó los cincuenta y tiene el honor de haber sido amigo del recordado abogado penalista Carlitos Irisarri, aquel abogado que escribiera una novela “El idioma del amor”, traducida al vasco euskera. Esa mesa de una tradicional cervecería de calle 5 (tercer mesa, hacia la izquierda del ingreso al recinto gastronómico que había sido Sede de Gimnasia) tenía también al 5 veces presidente Cacho Delmar, y otros directivos triperos, Kelo Vignoli y Miguel Alvarez, además de Jorge Bernal y el escribano Jorge Marrupe.

¿Qué rescatar en lo futbolístico cuando el empate insulso no tiene tanto atractivo como el almuerzo del domingo? El arquero es un fenómeno, la personificación de la seguridad, Rodrigo Rey, quien de 16 partidos solo le abrieron el candado en 6 ocasiones, o dicho de otra manera, no recibió goles en 10 partidos —aunque sean éstos en jornadas salteadas—.

El cordobés sigue brillando como su buzo anaranjado (Foto: Gimnasia oficial)

Después de varias aproximaciones del local, recién a los 31 minutos (ST) muchos dieron un sobresalto en el domingo ameno y soledado, cuando Gondou metió el gol y el árbitro asistente salió corriendo paralelo a la línea indicando claramente el centro del campo, el tanto del local.
Y hablando de “las pelotas escondidas”, mientras se revisaba la tecnología, la verdad que las mañas son más de Gimnasia, porque el balón lo acomodó el arquero en su área chica, y nadie de Sarmiento se la quiere llevar para el medio. Premonición pura, porque la decisión es anular el tanto.

Después, el VAR vuelve a ser protagonista de un suspenso que no es saludable. Ignorará olímpicamente un penal para el Lobo. Franco Soldano es víctima de infracción dentro del área, pero no fue sancionada por el árbitro Pablo Echavarría, quien más tarde declaró que le pareció haber visto penal, pero no fue a revisar la jugada.


Ya está, 0-0, “ya fue”, habrá que seguir aprendiendo de las experiencias. Pero deberá empezar una campaña seria de la Asociación del Fútbol Argentina para justificar el invento del VAR. Por ejemplo, y con ánimo constructivo, deberían pensar en introducir en las conferencias de prensa a los integrantes del jurado, el VAR y el AVAR.
Mientras tanto, los números que siguen gobernando el planeta, tendrá para Sarmiento “una final” por la permanencia, el sábado ante Aldosivi. Para Gimnasia, otra final en la que querrán bajarlo y se pone en la fila Independiente. El once gimnasista es único escolta con 30 puntos, con un plantel corto y con bajas por lesionados o expulsados (ahora le tocará quedarse afuera a Eric Ramírez, uno que precisamente ayer volvía a estar adentro de los 11 tras cuatro partidos).
“El equipo tuvo una de las peores actuaciones en el torneo, y la desilusión en las caras y luego en las notas con los jugadores y el director técnico fueron elocuentes”, describió Azul y Blanco, en uno de sus envíos de Fernando Manrique, regresando desde Junín. La audición lleva 15 años y hoy tiene un equipo de colaboradores con Alejandro Helguera, Julián Martínez, Marcelo Morici, Pablo Melo, José Candelieri, Fernando Sánchez, Sofía Bruny y Emma Pastine. Tal vez, ver a Las Lobas en el voley o a alguno de los quintetos tendría más ritmo que la primera profesional en la última presentación.
Seguramente más divertido fue ver pateando a esos niños en un sector de la tribuna verdolaga, un sector que sabe a cancha de ascenso, porque tiene gramilla en la distancia que va de un alambrado a la primera fila de plateas.

La cancha del Verde, típico escenario del interior, con aroma a tierra, a pueblo (Foto: Corazón Azul y Blanco)

El partido, que empezó con previa caliente, continuó parecido. ”Se armó un quilombo bárbaro en las redes con lo que dije sobre Sarmiento”, trató de redireccionar sus propios dichos Gorosito. Aún los grandes, por edad y calidad para el fútbol, si están encarnados es porque tienen cosas para mejorar.
Habrá que ser más precavidos con las palabras, con los modos de decir. Porque mientras uno habla, hay siempre otro que escucha, y el Ruso Damonte se defendió como pudo: “Es fácil hablar de Sarmiento o de mí, que hace dos años que estoy en esto, trabajando como entrenador”. Con las pulsaciones aceleradas, el DT se contuvo, pero no disimuló el fastidio.

Israel Damonte, nacido en Salto, 40 años (Foto: Prensa Sarmiento).

Desde aquí, preferimos rescatar lo bueno. El aliento de ese pueblo juninense que el sábado tendrá una final en su lucha por la permanencia en la “A”. El aguante deportivo de Gimnasia, que está salvado del descenso, algo que muchos se olvidaron de subrayar, a no ser de una cuenta de twitter que realizó un periodista especializado en los promedios @PuntosporZafar, dando la buena nueva de que Gimnasia y Talleres se salvaron y ahora luchan por otras cosas, el Lobo “por el título” y los tallarines “por entrar a una Copa”). Lo particular, en el “teleteatro” de los promedios, es que Atlético Tucumán (que sigue puntero al pasar la fecha 16) todavía necesita 14 puntos para asegurarse la supervivencia.

Hasta el próximo encuentro, si Dios quiere.

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