La tarde fría del jueves nos fue juntando como en un arrugue de barrera ahí en “El Costa”, clásico café platense que nació en 1962, hace sesenta años, coincidente con la leyenda de “El Lobo” cuando fue la ocurrencia de un extraordinario tipo y dibujante, Juan Carlos Trouet, quien lo dibujó para “El Día”.
A calentar el cuerpo y el alma, ¡uno sin cortar por favor!, con la ñata contra el vidrio de la calle 9 entre 48 y 49 en vísperas de la decimocuarta fecha de la Liga Profesional. Son días distintos cuando el almanaque de la semana marca que juegan Triperos y Pincharratas, y el “football” une, juntándose las mesas y los recuerdos, intercalando sorbos a “las copas de café” que trae una joven mujer. Religiosamente, frente a la TV y con los diarios al alcance del cliente, la tribuna fue el viejo boliche céntrico. Tras la victoria de Barracas Central, el clima de cancha lo desató “Pirola”, “esos colores son hermosos”, arremetió Rodolfo Pirone, el ex directivo pincha que se ceba siempre hablando del fútbol uruguayo y por supuesto aprecia el nivel que tiene Brahian Aleman.
Uno es rico cuando se topa con tanta buena gente, como Marcelo Zilla, colega de la revista “Ginasiá”, que me alcanza el libro “Leyendas del Bosque”, de reciente reedición de otro escriba enamorado del Lobito, Rafael Ton; y ahí estamos, contando bueyes perdidos, cuando desde otra mesa se presenta “l “El Biyu”, como bautizaron a Juan Polimeni, quien dice haberle tirado “un caño a Maradona en la cancha auxiliar de 60, cuando vino con Los Cebollitas, lo enfrentamos en un partido de infantiles”.
Va un año y siete meses sin Diego. A las siete en punto arrancó Gimnasia, con Unión, en Santa Fe. ¡Oiga, moza!

El Costa, nueva dirección y la mística de siempre. De piie, Carlos Gómez; en las mesas Alejandro Ricbarra, Juan Cancio, Gabriel López, Marcelo Zilla. Juan Polimeni y Rodolfo Pirone

De entrada salió a presionar este Lobo de Pipo y encuentra con la fórmula ganadora: Aleman, la pelota parada que es arte, y Leo Morales, que se manda al área chica como obrero que no quiere perder el tren. “Día 18, minuto 18”, 1 a 0, resultado parcial que es toda una señal de la confianza que irradiaba Alejandro “El Látigo” Zingoni, socio del Lobo, responsable de lo gastronómico en el Club y feliz por el presente deportivo que hace que se luzcan más las obras toda vez que la pelotita entre… el equipo ganó 16 de los últimos 25 partidos. Respira el café con su ritmo cansino, armonioso, parando la pelota a tanta locura colectiva allá afuera, sea albiazul o albirrojo, la comunidad de “El Costa” escucha, comparte, respeta, y de vez en cuando cruza alguna chanza. Más tarde jugará Estudiantes y andan preparados varios, entre ellos, los parroquianos Néstor De Maestri y Juan Cancio, otros dos que han pasado por el comando estudiantil, en la ingrata profesión del dirigente.

El arquero de Unión también es uruguayo, Santiago Mele, que tapó el 0-2 y el 0-3 en un minuto. La multitud en las tribunas se esperanzó en Unión solo cuando el balón lo devolvía el travesaño. Y tuvo un poco de ilusión cuando el equipo de La Plata se quedó con dos “soldados” pidiendo auxilio y cambio en el primer tiempo, Guiffrey y el paraguayo Sosa.
“Habrá que bancarse la presión”, pensaron los que llevan años en la lucha por un campeonato regular, y que no se entregan nunca, fiel a la tradición de esa camiseta. Han pasado frustraciones tantas veces que ya son personificaciones de la cautela, como se lo aprecia el semblante de Alejandro Ricabarra, “Gulliver”, un ex rugbier de La Plata y socio vitalicio mens sana que ya mira serio y sereno el camino de las 27 fechas, con 14 jornadas transitadas.
La victoria será por 2 a 0, cuando el oriental Aleman se manda una pared con Soldano, ex “9” de Unión que la manda al fondo de las piolas. Juntó manos y pidió perdón. Realmente Gimnasia está de pie y a una sola unidad del líder Atlético Tucumán. Y segundo también en la Acumulada, atrás de otro albiceleste como Racing. Tan de racha que en Santa F equebró 21 años sin victorias en el “15 de Abril”.

El uruguayo Aleman, en las alturas, con la 10 que llevan los distintos.

¡Cuantos años se han juntado en “El Costa”! Con los nuevos socios Carlos Gómez y Daniel Vazquez que andan buscando una fecha ideal, menos destemplada, para declarar el festejo del aniversario 60, de aquel que empezó en el ’62 como Costa Azul y ahora quedó El Costa. ¡Si habrán pasado futbolistas!

Opiniones hay tantas como seres humanos. “Con tres delanteros menos (Marabel en el banco, Alvez lesionado y el “Rayo” González en España con la Juvenil), hace dos fechas Unión ganaba, quedaba tercero, era el equipo más goleador de la Argentina, especulaba con un partido menos y se ilusionaba como nunca con pelear arriba, además de calcular para la próxima Copa Sudamericana. Si eso fue presión, no la pudo manejar. Cero de seis, primero en La Paternal y ahora en Santa Fe”, dice un colega del diario El Litoral (edición on line). En menos palabras, lo que nos hacía ver Panzeri en “fútbol, dinámica de lo impensado”, título de un recordado libro.
La cosa es que rachas son rachas y El Lobo avanza, incluso nunca le fue fácil ese terruño unionista y lo pasaron. Guardo archivos y memoria de un domingo de 1985, soleado, cuando el Lobo volvió a pisar la primera división después del largo descenso del 79 y lo recibía una trompada de 0-5 al equipo de Nito Veiga (cuatro goles de Centurión y uno de Jimenez). La misma cancha en la que en 1997, un nocturno de sábado, cayendo 0-3, el once de Griguol se levantó en 17 minutos y empardó 3 a 3 con gritos de Guglielminpietro, Sosa y Sava. O donde en septiembre de 2000 volvió a ganar después de 33 años, de la mano del “yorugua” Gregorio Pérez, y con goles de Pereyra y Sava. Ayer, volvió a cortarte otra racha adversa ante los “Tatengues” que acumulaba 21 años.

Triunfo de Gimnasia el 6/9/2000, 2 a 0, cortando una racha de 33 años. Ayer, arrastraba ya 21 años

El Costa cumple 60 años, el mismo tiempo que transcurrió desde que un señor dibujante que trabajaba en un diario pensó en un “Lobo” para ilustrar la página deportiva y “jubiló” a la anterior caricatura por demás emblemática del “Carnicero” de los frigoríficos, el tripero que portaba una cuchilla y delantal. La memoria nos sigue trayendo a la memoria la felicidad de otros gimnasistas que ya no están, como el doctor Abel Román o el empresario de la moda y Cacho Delmar, quien supo llevar a su amigo René Favaloro al antigüo Costa Azul -el origina de calle 49 entre 7 y 8 donde el café estuvo hasta 1977-.
“Como una escuela de todas las cosas, ya de purrete me diste entre asombros, el cigarrillo, la fe en mis sueños y una esperanza de amor”. Aquel tango con letra de Discépolo y voz de Rivero se pasea frente al televisor, aunque allá en el vestuario, no está en el moderno equipo musical que encienden los pibes que guiados por Gorosito escriben su propia historieta.
Son pibes que persiguen sueños. Aunque para soñar, claro, no hay edad.


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