Aclarar el VAR antes de que oscurezca

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El mundo está cambiando y cambiará más, decía la letra de Los Iracundos, banda de rock de los años 60, precisamente cuando nacía la Copa Libertadores de América, que no era tan deseada en su origen porque no daba plata sino gastos, aunque daba el prestigio del alto copete internacional. Antítesis de la actualidad donde se persiguen los laureles y los dólares. En el área de los recuerdos quedan picando otros temas, como los odios nacionalistas que trae aparejado los cruces entre clubes continentales y los arbitrajes de sospechosa actitud. Por algo el cartel en el Nuevo UNO reclamaba “No más racismo”. Por algo también tenemos la compañía de la ciencia en el fútbol como una metodología refinada que ya no deje dudas ni sospechosos equipos favorecidos por los árbitros. Todavía estamos aprendiendo.

La llave tuvo 185 minutos sin goles. Se cortó en el final del partido (foto Prensa Estudiantes).

Hubo un partido entre argentinos y brasileños, donde el criollo no pudo pasar pese a cumplir con el plan de nivelar ante un verdadero cuco que viene pidiendo cancha (campeón de la Sudamericana 2018 y 2021). No podrá haber sueño Pincharrata de una semifinal con Palmeiras, reeditándose aquel duelo de 1968, en una final que se anunció como la de “los brujos”, Osvaldo Zubeldía por Estudiantes, y Alfredo González, por los bandeirantes. Y que tuvo a “la bruja” Verón como figura deslumbrante.
Con el estudio de Zielinski y “Felipao” salieron Estudiantes y Paranaense, en un marco donde ya no cabía una sola persona más, con la ciudad pegada a televisores y algunos que trabajan y se movilizan por rutas o pasillos con la vieja radio encendida. Allá en las alturas de 115, Terraza con pupitres y cabinas, en una está “Universidad Deportiva”, el grupo periodístico de AM 1390, cuya transmisión sale desde los estudios Sergio Karakachoff, quien ha sido un hincha pasional del viejo Estudiantes, “El Ruso”, un dirigente radical que se recibió de abogado, militó e hizo periodismo hasta que en 1976 fue secuestrado y asesinado por un grupo de represión ilegal durante el terrorismo de Estado.

El fútbol es otra cosa, aunque se cante con locura y pasión “le pido a los jugadores, la vida por los colores”. Solo que se ambiciona un triunfo de esa pertenencia Albirroja que tantas veces logró que los imposibles se dieran vuelta. Una alegría más cuando en otros roles, personales o laborales, se suman desengaños o frustraciones. Cuando la pandemia nos dejó a todos secuelas, a quien no económicas, sí emocionales, sociales, relacionales.
Primer tiempo sin demasiadas oportunidades en las zonas picantes y en la parte complementaria iba a mostrar a los equipos lanzados a rememorar sus hazañas. Hasta el el minuto 153 la llave seguía sin apertura del marcador, cuando cayó un córner y después de una secuencia rápida de cabezazo-poste-rebote-gol, la melena de cada león se sacudió, primero de felicidad y luego de preocupación. Es que en el arco de 55 Lollo impactó su botín con la pelota que le cayó servida y mandó la globa “al fondo de la casita y en una jugada nacida en el Country”, como lo cantó el relator Damián Zárate. Sin embargo, era el inicio de una pesadilla. El suspenso por el VAR rompiendo la fantasía de las cuatro tribunas, palcos, plateas, vips, gentes de mil raleas, televidentes y hasta los oyentes. Cuando van a ver las imágenes al pie del campo de juego se tenía en un ojo al “5” albirrojo, Morel, y en otro ojo a Bento, el arquero, cuya visual podría haber sido “interferida”.
El problema arrancó desde el vamos. Y acá hay que explicar bien la regla: “El VAR no debe llamar en los casos de off side”.
Pero por lo que se sabe, Andrés Cunha, asistente principal de VAR, pensó que la posición del árbitro Andrés Matonte podría despejar todas las dudas.
Por otro lado, la conquista era lícita porque el jugador de Estudiantes no impedía que el arquero realice cualquier movimiento defensivo. El referí uruguayo va a revisar y decide anularle el gol al local.

José Zdonek (ex árbitro), Damián Zárate (relator) y Juan Pablo Weisse (comentarista), en la cabina de transmisión

Amén de lo que pasa mientras el juego está detenido, voy a la primera emisora universitaria tiene a un comentarista que sigue todo lo reglamentario; es el ensenadense José Zdonek, quien fue árbitro asistente de AFA del 2000 al 2008, en partidos de la B Nacional y de la máxima categoría. “Morel no quiso cometer la infracción, porque sabía que si tocaba la pelota era orsai, por eso da un pasito para el lado del arquero y el VAR lo interpretó como el factor que molestó al arquero. Pero el arquero está a unos 3 metros de Morel y podía ver a Lollo (jugador que remata al arco) y Bento veía todo lo que podía hacer, cómo se perfilaba y para dónde podía patear, más allá de que el arquero además se tiró y no iba a llegar nunca a sacar esa pelota”. Zdonek fundamenta y de paso abre un espacio para que el hincha comience a informarse. “¿Por qué no empezar con programas, audiciones, conferencias, en donde el espectador argentino pueda saber los detalles de cómo funciona y cuál es la letra chica”. En la cabina asienten el comentarista Juan Pablo Weisse y los vestuaristas Martín Madroñal y Lucas Finocchio.

La polémica. Gol Pincha anulado. Lollo remató con su compañero Morel en la zona de “interferencia” con respeto a Bento, el arquero

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En medio de la incertidumbre, el siguiente fue el diálogo del referí y los encargados del VAR.
Cunha: Posible fuera de juego.
– Matonte: Interfiere
– Cunha: ¿Cobró? Va a cobrar offside. Vamos. Seguimos ahí.
– Gustavo Tejera (asistente de Cunha): El número 5 en el tiro del gol está en fuera de juego.
– Cunha: Ahí, en este tiro quiero ver la posición del 5 (Morel), en una cámara detrás del arco o adentro del arco. ¿Puede ser adentro del arco? Dale.

(Después de ver la repetición)
Cunha: El jugador está por delante de la visión del golero. Creo que no lo tapa para la acción defensiva. Pero el balón pasa por detrás. Tenemos otra cámara. El balón pasa entre el jugador y el guardameta, ¿verdad? Pero al guardameta no le impide hacer el movimiento.
“¿Qué cobrás?”. “Nos estamos jugando la vida”. “Están chequeando”, se escucha de fondo. Es el diálogo entre Matonte y los futbolistas de Estudiantes, que quieren que el gol se convalide.
– Tejera: La clave es si le causa un impacto.
– Cunha: Impacta porque está por delante.

(Cambian la cámara)
– Cunha: Ahí…a ver esa. Esa es la mejor, ¿no? Hay un momento le tapa la visión y está por delante. La decisión de cancha fue un fuera de juego.
– Tejera: ¿Le causa un impacto?
– Cunha: Para mí, el guardameta (Bento) siempre ve el balón, salvo en un momento, y no le impide el movimiento de tirarse.
– Tejera: Cuando sale el balón no está por delante del golero. El que está tapando la visión del golero es el compañero (Fernandinho) en todo caso).
– Cunha: Estoy de acuerdo. Él (Morel) no hace un movimiento hacia el balón.
– Tejera: Que la venga a evaluar.

– Cunha (a Matonte, el árbitro principal): Andrés, te recomiendo un OFR (“On field review”, en inglés, revisión a pie de campo) para que evalúes si hay interferencia o no del jugador que está en posición de fuera de juego.
Matonte hace la señal del VAR y se dirige a la cabina montada en el campo de juego.
– Cunha: Vamos a mostrarle primero la (cámara) de atrás del arco. ¿Estás, Andrés?
– Matonte: Sí.
– Cunha: Después te muestro la posición, pero ahí te muestro el movimiento del jugador (Morel) después del cabezazo.
– Matonte: Sí. Bien. La posición, ahora (a Cunha).

– Cunha: Ahora voy a la posición.
Se escucha la voz de Zielinski de fondo: “El tipo no participa. ¡Díganle!”.
– Cunha: Está en posición de fuera de juego.
– Matonte: Dame la otra (cámara), la anterior.
– Cunha: ¿La de adentro de arco?
– Matonte: Perfecto. Largala.
– Cunha: Hacele looping (mostrarla varias veces).
– Matonte: Veo que el delantero, el número 5 (Morel) hace un movimiento, tiene proximidad con el golero y es justo por donde pasa el balón. Voy a mantener la decisión del fuera de juego.
– Cunha: Ok, Andrés. Ok.

(Matonte hace la señal de tiro libre indirecto en favor de Paranaense por offside).

Los hinchas pasan a ser sapo de otro pozo. A los que están en el estadio les crecen las preguntas y los nervios; a los que están en casa, les viene bien para calentar el mate, y a los que trabajan en la radio para vender publicidad y empezar el debate. En verdad hay una sola palabra y es el fastidio para quien sabe que el fútbol es otra cosa. Guillermo “La Bruja” Ocampo, hoy con 66 años, simpatizante y en sus épocas un exquisito futbolista de los años setenta, afirma que “así se desvirtúa la esencia, fíjate que están 5 minutos y el futbolista se enfría. Que usen el VAR pero en cosas específicas. Hay tres referís de campo, dos ayudantes y cuatro en el VAR, uno dice una cosa, otro dice otra… Si van a seguur así, que dirijan todo con tecnología desde arriba y saquen a los árbitros”, se queja. “No hay nada que analizar, nos robaron”, se queja Juan Cancio, quien ha sido en octubre de 1968 uno de los 550 hinchas que soportó al iracundo Manchester United con 64.000 que les gritaban “Animals” (Animales).

Consultamos a un periodista paraguayo, con su opinión neutral. “El VAR sigue siendo una instancia humana en cuanto al rol de justicia deportiva que ejerce, pero con muchos claroscuros. Acá tenemos desconfianza. Hubo un gol anulado a Cerro Porteño en Octavos de Libertadores 2021, ante Fluminense, con un brasileño que habilitaba un par de metros y la jugada no necesitaba tecnología, y trasladada a un formato tradicional (de decisión humana) habría sido convalidado sin ninguna duda”, opina Guillermo Bordón.

El estadio es fuego, la efervescencia sube. El argentino Cuello (de Paranaense) y Díaz (del local) fueron compañeros en Atlético Tucumán, “perla” que apunta Sebastián Morzone desde el estudio Karakachoff. Cuello hace una apilada de esas que llevó a un periodista a mencionarlo como “el nuevo Messi” cuando debutó a los 17, siendo el primer futbolista que llega a Primera de AFA habiendo nacido en este siglo (es categoría 2000). El referí anda con el sindrome del “pip, pip” de acá para allá, sin prestar colaboración en el espectáculo, “corta sistemáticamente”, comenta Zdonek.
Crecía la ansiedad y entre la multitud enfervorizada estaba el pequeño Juan Sebastián, el niño de Tierra del Fuego que llegó a UNO por primera vez.

El DT visitante (el mismo que llevó a Brasil a ser campeón mundial en el Mundial 2002 de Corea y Japón) metió en cancha a Terans, Vitinho y Roque. El trío “que salió desde el banquillo, brilló” enfatiza la página oficial de Atlhetico.
Pero Estudiantes, dominado por ese espíritu que busca, fue hasta el final y con otro que saltó del banco casi acierta el pleno con una corrida espeluznante de Mendez, que pudo hacer explotar la cancha en pedazos. Llegó con la cabeza levantada y cuando sacó el remate el “¡uhhhhh!” de cuarenta mil almas se lamentaron porque por un metro no quedaban entre los cuatro mejores de América. Se venían los remates desde el punto penal.
¡Pero la ultima bola de la noche! Los brasileños triangularon con los tres mencionados de refresco, la pelota viajó al punto penal por donde se lanzó el “menino” de 17 años, Vittor Roque (lo quiere el Real Madrid) y arriesgando su cabeza y tórax ante la humanidad de Andújar, los dos caen pero la pelota sale impulsada hacia el fondo del arco. El árbitro, pese al llamado del VAR, no pidió rectificó su decisión de indicar el medio.

El Pincha eliminado en la última jugada. Quienes vieron el monitor hablaron inmediatamente de un claro impacto de la pelota con el hombro de parte del goleador brasileño. “La reglamentación cambió, antes, ni bien doblabas el hombro y tocabas se cobraba infracción. Ahora le dan un poco más de changüí, o sea, se blanqueó que el hombro no es infracción. Brazo sí, hombro no”, cierra su análisis en la emisora universitaria el aplicado Zdonek, un ex jugador en la Liga Amateur (de Estrella y For Ever, donde tras una discusiòn con un DT decidió seguir ligado pero capacitándose como árbitro).
Noche larga, noche trunca
no podrás entender nunca
que te amó mi soledad.
La letra de Enrique Santos Discépolo trata de ser consuelo para quien en su casa apagó la televisión y trató de conciliar lo más rápido su sueño.

No debe dramatizarse, atender los dichos de Andújar (“nos enfocaremos para volver a la Copa Libertadores”), de Zielinski (“ante un traspié siempre pensamos en mejorar, hoy no nos reprochamos nada. Al referí le dije que era el responsable, en la cara, como corresponde”).

El fútbol está cambiando y hasta en la forma de gritar el gol empieza a darse un extraño efecto colectivo donde no todos gritan confiados. ¿¡Se dio cuenta adonde estamos yendo!?

El VAR se transformó en protagonista, pero todavía hay un trecho para que sea un bien y no un desconcierto donde no se sabe a ciencia cierta qué pasa. No por tanta ciencia al servicio el hombre es capaz de superarse. Se necesita charla, debate, información. Horas de transmisiones radiales, televisivas y notas que informen sobre los avances, no para polemizar, sino para explicar.
Hay periodistas que siguen diciendo –ante jugadas dudosas- que el árbitro “tendrá que consultar al VAR…”
En verdad, no es así, cuando se da la jugada, el VAR es el que llamará al referí para que pueda ver y dilucidar lo que percibe el equipo designado para esa función. Ejemplo: “Para mí está adelantado, vení vos y decidí…”
Pero el VAR no llama al árbitro en temas de orsai, como el gol que se anuló a Estudiantes.
Tiene trabajo para identificar todo lo que considere raro, consultando al árbitro en jugadas decisivas, no en jugadas comunes.
El VAR se hizo para eliminar la trampa de los poderosos del fútbol. En el contexto internacional, quienes lo manejan han despertado sospechas que a menudo inclinan la balanza para el lado brasileño.
¿Se acuerda cuando en la década del cuarenta y cincuenta se contrataron árbitros ingleses? En aquel tiempo se optó por traer a supuestos neutrales, porque los referís argentinos tenían suma facilidad para favorecer a los equipos grandes. “No tenían vínculos con el ambiente local y se manejaban como si todos los clubes tuvieran el mismo poderío”, dice el historiador y periodista Alejandro Fabbri. En 1949, Platense salió segundo y Boca peleó hasta la última fecha para no descender. Los ingleses, con el tiempo, habrán “aprendido” el valor del peso porque de a poco se fueron yendo y algunos con cuestionamientos. Ya en 1964 se vio el último, Robert Turner.

La tecnología se ha metido entre los humanos como si fuera la hija traviesa de la ciencia. Mientras el sistema ya se instaló, habrá que unirse para pulir aspectos, uno de ellos, la cantidad de minutos que se toman para resolver.

Leonel Gibbs, el primer árbitro inglés que dirigió en la Argentina, precisamente debutó en un partido de 1948, Estudiantes-River

Mientras tanto, habrá semifinal de brasileños entre Paranaense y Palmeiras (actual bicampeón continental), país que a todas luces resulta ser el gran favorecido por el avance científico. Por algo Juan Sebastián Verón no aguantó y en su red social colgó una banderita verdeamarelha, haciendo un llamado irónico a la CONMEBOL.

A todo esto, el fútbol sigue escribiendo sus páginas de historia. Y un viejo zorro como Luiz Felipe Scolari, “Felipao”, valoró la clasificación como uno de los mejores triunfos en su carrera como entrenador. “Jugar aquí con Estudiantes es muy difícil. Si no fuéramos fuertes, hoy no ganaríamos”.

El 30 de agosto se juega en el “Caldeirao”, el cruce netamente brasileño. El 31, en el mismo país, Flamengo-Vélez. Para el 7 de septiembre ya deberán estar los finalistas.

Por Gabriel “Colo” López
Twitter:  @cololopez74

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