Dale play al himno del club y esperá a Barracas

Guido y Spano 1053, la dirección del estadio de Tigre, el municipio de Julio Zamora, quien impulsa el juego de ajedrez en las escuelas… Bien le puede venir a los chicos y chicas que se han saturado con demasiada información a través de un celular conectado a internet.
Lo cierto es que en Tigre, en estas mismas calles hoy céntricas, se juega desde 1930, año en que habían dejado atrás un potrero al que denominaban la cancha del “Lechero Ahogado”, según el mote de un periodista. Tigre -por varias décadas marca endeleble del Ascenso- jugó el primer torneo de la A (reconocida profesional-1931) y tenía a “La Fiera” Bernabé Ferreyra, al mismo tiempo que Estudiantes tenía en la línea de oro al “Nolo” Manuel Ferreira. Al poco tiempo Ferreira y Ferreyra, pasaron a River, y en 1933, en la última fecha, se encargaron de amagar a Boca por primera vez, sacándoles el campeonato con un 3-1 (dos de la Fiera y uno del Nolo).
Ya vamos a Tigre 2022, vacaciones de invierno.

Pero la pelota y la infancia inspiran y alimentan el alma. Había una vez un arquero que atajaba con el dibujo de “Patoruzú”. Lo tuvo Tigre en 1939, Gimnasia en 1940 y Estudiantes en 1941. Vestía un pullover marrón con la efigie del célebre cacique patagónico y se retiró a los 25 años siendo arquero pincharrata para ejercer la abogacía. Kelmen Muro, de pibe, en su Rosario natal, jugaba en un equipo llamado Patoruzú. De ahí su locura hermosa.

Ahora si, a los chicos, porque todavía son eso, muchachitos que han sacrificado la misma adolescencia para jugar en Primera. Los once (remarcados en negrita los únicos que dejaron la juventud por la cantidad de años y batallas). Andújar; Mancuso, Lollo, Morel, Mas; Castro, Zuqui, Rodríguez, Zapiola; Heredia y Díaz.
El arquero llegará a apagar 39 velitas en dos semanas; Lollo, ya 35 pirulos; Más con la edad de Cristo; Zuqui y Díaz alcanzaron la marca de los 30. Es probable que los mayores, los más preparados para las frustraciones de la alta competencia, le hablen a los pibes ante algunas críticas que llegan por el exitismo -enemigo invisible de las almas-, ante esta racha adversa de 4 derrotas en las últimas 5 fechas de un torneo que recién lleva 8 fechas.

Tribuna caliente la popular local con “El Chapa” Retegui (uno de los mejores entrenadores del hockey masculino y ex concejal del Frente de Todos). Viendo a Mateo, su hijo.

Primer aviso del local, gol invalidado a Cabrera, porque el VAR revisó y detectó “orsai”. Pero a los 17 minutos la “punteó” Mateo Retegui y se fue a hacer su festejo con señales respetuosas al pasado estudiantil.

En La Plata se jugaba la fecha de la Liga Amateur, anteúltima, logrando pasar al frente la Asociación Coronel Brandsen. Llega puntero a la última fecha junto a ADIP. Recuerdo que hace 10 años vistió la camiseta “rosada y negra” Juan Sebastián Verón y en el cuerpo técnico estaba Christian Serrano, hoy uno de los asistentes de Zielinski, junto a De Paoli y Czornomaz. Mis saludos al guerrero Serrano, berissense de cuna, curtido con la mística del Club Estrella.

El segundo tiempo viene con un zarpazo de Tigre, ventaja de 2 a 0, “el resultado más difícil”, suele decirse. Recuerdos de 2007, en el Estadio Ciudad de La Plata, cuando volvía a haber un Estudiantes-Tigre después de 27 años. Perdía 0-2 y lo empató a los 37 y 44 del acto final, con goles de Alayes (cuando la metía Agustín era difícil que Estudiantes saliera derrotado) y de “Lechuga” Maggiolo. A tener paciencia. La noche de este domingo se puso igual de difícil, dos abajo, pero al que daban por vencido reaccionará con polenta y orgullo. Se asociaron un poco más y vieron cómo progresar en ataque. Aunque las ganas, por momentos, si no era interceptado por los de Tigre, se frenaba por mandato tecnológico del VAR, que sigue enfriando y quitando las emociones (ver a los árbitros deliberando es como si en medio de una película, en el cine, pusieran una propaganda). “No se puede tardar tanto tiempo”, se queja Alfredo Teruggi por La Redonda, periodista de los referentes en el mundo albirrojo, y agrega: “acá nadie entiende nada”. Razón no le falta, porque el enviado especial no sabe qué está pasando y el que sí sabe es un colega que se quedó en La Plata, haciendo estudios centrales: “Están chequeando si hay una posible posición adelantada del hombre de Estudiantes y un posible penal del hombre de Tigre”, le informa.

Estudiantes recuperó la pelota y metió tres cambios al mismo tiempo: Benjamín Rollheiser, Angel González (volvió del préstamo de Lanús) y Pablo Piatti, el “Enano” que siempre tiene algo que decir. Eran las 19.30 horas. Cambio la radio y el “Fortunato Gol” que narra la conquista de Piatti mediante “un cabezazo, a los 22 minutos, achica diferencias en Victoria, para que grite usted señora, para que grite usted señor, el pincha está ahora 1-2 en el marcador”. La rima del histórico narrador es optimista. Paño le sobra: está por llegar a las 40 temporadas en el aire.

Psicológicamente, más de un hincha recordó el 2007, aquel 2-2, y otros más fanáticos vieron que el gol de Piatti tuvo cierta semejanza con el 2006, durante el torneo que se gana en una definición con Boca. Fue una noche en el estadio de Newell’s cuando el DT Simeone puso al chico. Aquel partido el León lo iba perdiendo y no habían jugado tres pilares como Alayes, Braña y Galván, y sin jugar bien, el partido quedó 2-1. Piatti entró y en una de las últimas, elevándose desde su metro sesenta y tres, colocó la testa y el 2-1. Iban 9 victorias consecutivas. Recuerdan también los futboleos que desde aquel partido hubo que acostumbrarse a tribunas sin público visitante.

Estudiantes no pudo en Tigre. Pero ya prepara el próximo examen con Barracas Central, el miércoles a las 19. Habrá que hacer caso a los grandes, como Piatti, que en la rueda de prensa habló de la fortaleza que empieza en la cabeza, que es ahí empieza todo. Ciertamente, el fútbol es un tema de sentimientos, de psicología positiva, de rachas. Por ahora, la de esta Liga viene con los números invertidos. Tranquilos. Vayan recordando el himno del Club en la voz incomparable de Jorge Sobral. Y recuerden que esto es fútbol, no es la educación ni el pan y el trabajo de la gente la que está en discusión.