De soleado a nublado, así resultó el “doparti” que Estudiantes empezó en ganancia por 2 a 0 y que, frente a cierto estado psíquico propio del fútbol (siempre espejo del devenir humano) terminó 2 a 2 por el gran carácter que sacó el once santiagueño.

El empate pretende restarle humor al campamento Albirrojo, que mucho trabajó entre semana con los brasileños. El mundo regido por los números indica que “interrumpe serie de 3 derrotas consecutivas y suma 4 sin triunfos”.

El domingo en el Estadio “Jorge Hirschi”, una forma de unir a la familia

“Perdió dos puntos que va a lamentar” se oyó en la cabina de La Cielo al comentarista Diego Zandrino (experiencia le sobra, después de trabajar largos años en el portal FIFA). A su lado, Federico Bueno sacó su radiografía de lo que se vio durante 40 minutos: “Ahí estaba para el 3 a 0”, apuntó con seguridad quien el próximo 23 cumplirá 49 años (casi la mitad cubriendo deportes). “Pagó el precio físico”, remató Ricardo Gorchs, encargado de los estudios centrales.

Un pedazo de pasión por el periodismo, el equipo de “La Cielo” con Diego Zandrino, Justo Ferella (relator), Fede Bueno y Toto Yaques.

Claro que el hincha vive su fiesta. Temprano se vistió el nuevo Estadio con las banderas suburbanas y el hormigueo humano que apura el paso por las calles. Con una visita de chicos que gestiona la Fundación Estudiantes de La Plata, llevándolos al espectáculo. Hoy le tocó a Unidos del Dique, Argentino Juvenil de City Bell, Independiente de Abasto, San Martín de Los Hornos y a un Hogar y Merendero. ¡Pensamiento saludable de las autoridades albirrojas!

La Fundación Estudiantes recibe a niños y niñas de distintas instituciones
Un grupo de San Martín de Los Hornos festeja su arribo a UNO, con bandera de la categoría

La fiesta es el reencuentro de la categoría ’72, que aparece por el verde césped acompañados por el Huevo Cicora, aquel entrenador que los crió un poco junto a los padres y a los maestros. Ahí están todos o casi. “Tito” Ponte, “Coco” Capria, Sergio Biganzoli, Ayala, Bacci, Serrano, el “Paragua” Borja, el “Loco” Marcelo Ferreyra, Daniel Resiga y Edgardo Zapiola. El clan futbolero sube con una alegría interior, descubren el ascensor que los lleva a un Palco Vip y desde allí se levantan y se sientan al ritmo del partido. En medio del sueño se terminan abrazando a Edgardo, cuando sale reemplazado su hijo, Franco Zapiola, quien se ganó la ovación que recordará toda la vida, con apenas 21 años de vida.

La 72 hoy. Apareció en el círculo central aquel plantel de amigos que en la década del 80 formaron parte del fútbol infantil y juvenil

“Son pequeños reconocimientos, esto no se vive en otra parte del mundo me decía el Coco Capria, esto es Estudiantes”, me explica el “Cañito” Resiga. “Cuando quedamos afuera de este tipo de instituciones, muchos quedan rencorosos, pero la verdad que acá no pasa. Ser hincha de Estudiantes es una cosa que no se puede explicar”. Como escribiría en sus viejas crónicas Mercurio, “Estudiantes retoma la ruta de su añejo señorío para recordar a sus glorias pasadas, incluso a aquellos que no fueron campeones ni llegaron a Primera”.

Aquel hombre que los tuvo de pequeños es Roberto Cicora, quien fue el jugador que pasó de Estudiantes a Deportivo Español en 1965 cuando se hizo el trueque por Bilardo. El “Huevo” siempre anda con la cara contenta que refleja su espíritu y se ve ante la obligacion de repetir la anécdota una y otra vez. “Cuando llegó Zubeldía, al que alcancé a tener 2 meses, pidió a Bilardo y los de Español me pidieron a mí como parte de pago. Me perdí lo mejor, la época gloriosa, pero valió la pena”.

La 72 ayer. En el viejo estadio de tablones, con camiseta de piqué y el entrenador “Huevo” Cicora

El fútbol sigue y el hombre se eleva espiritualmente con un pequeño y liviano balón en sus pies. Central Córdoba se viene, 1-2. Y se viene, porque hay penal para Santiago del Estero. El reloj dando las 2 de la tarde con 22 minutos. La falta fue a los 19 del segundo tiempo, pero ante la consulta al VAR, cuando lo ejecutan ya iban 22 minutos y la chapa 2 a 2. ¿En qué año estamos? Combinaciones numéricas, nada más que un juego mental.
Esos muchachos que en el torneo anterior se fueron con 5 goles en el canasto, esta vez se levantaron fuertes del banquito del entretiempo. Lo empataron. Después, como bien dijo el colega Zandrino, “hace falta dejarse empatar como para tener esta reacción. Estudiantes terminó siendo más y merece”.

El final también sabe a fiesta, la que nace en el alma del anónimo simpatizante y socio de la causa. Como ese himno “dale leónnn, dale leónnn” que impulsa a no claudicar. Con el potrero en la sangre va Zuqui por el gol del triunfo pero el remate se va al murmullo de quienes ya tenían el “go” en la garganta. En las segundas jugadas la suerte le fue esquiva al equipo.

La página oficial brinda su comentario, sensata, clara e informativa a la vez: “Estudiantes sumó un punto de local que no lo dejó satisfecho. Momento de dar vuelta la página, este miércoles habrá un compromiso importante por Copa Argentina, ante Belgrano, en Santa Fe”.

No hay drama si estuvo algo nublado después de haber visto el sol y un cielo limpio al principio de la tarde. Lo importante es mantener la fe. Al menos eso espera Dios de todos los creyentes, no ver el mal sino el bien que siempre está escondido, como el sol.

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