Manuel Wirzt: la canción adelante y el corazón atrás, empujando
El músico habló de su último disco y del nuevo show acústico, recordó sus comienzos en la tv platense, sus viajes a Rusia y Ucrania y a su hermano Daniel, en una charla distendida en la que destacó la importancia de los lazos familiares, de los amigos y de Dios.
A partir de la emergencia sanitaria provocada por el corona virus, muchos músicos se reinventaron y comenzaron a tocar en vivo con formaciones reducidas. Para Manuel Wirzt, la necesidad laboral se convirtió en disfrute y en un nuevo show: Éxitos acústicos. Esa es la propuesta que el artista acercará hoy, viernes 1° de julio, al CC. San Isidro y mañana, sábado 2 al Teatro Metro de La Plata (a las 21:30 hs., en calle 4 entre 51 y 53).
En diálogo exclusivo con VIVE, el músico nacido en San Nicolás de los Arroyos describió las particularidades que le brinda el formato acústico.
“Como sucede en la mayoría de las cosas cuando uno hace las cosas, más allá de soñarlas, suceden un montón de situaciones que uno no espera, y comenzamos a disfrutar mucho de estar solamente tres músicos en escena, no sólo por la onda que se genera entre nosotros, que nos conocemos hace mucho tiempo: Sergio Pérez (guitarrista) y Diego Ortells (tecladista), sino también por cómo vestimos las canciones. Uno en esta cuestión de salir un poco más despojado tiene que quitarse ropa, quitar trapos viejos, empieza a despojarse de cierto sonido, de ciertos audios, de ciertos arreglos. Y empezás a encontrar cierta satisfacción en eso, como cuando después de mucho tiempo te comprás una camisa nueva y te la pones y decís Uy, qué loco, mirá vos qué diferente; una camisa te hace creer que cambió todo tu universo.”
“Las imágenes horribles que veo cuando observo la zona de Lituania, del Mar Negro, del Báltico, Ucrania misma, que visité y conocí, me dan mucha pena, mucha tristeza.”
Este recital en trío acústico que el cantante ya presentó en salas de San Luis, San Juan, Mendoza, Rosario y Buenos Aires (en La Trastienda), también llegará el 19 de agosto a Jesús María y el 20 a la ciudad de Córdoba. Y es, según contó, “algo que nos gusta hacer mucho, y siempre poniendo la canción adelante y el corazón atrás, empujando, como decimos.”, y agregó que “se genera un vínculo diferente, no son tantas caras para mirar: viste que uno a veces se aburre del cantante y empieza a mirar a ver qué pasa en otro lado (se ríe); entonces lo bueno es que suceden cosas que quizás en vivo con una banda apretando y mordiendo y tocando, por ahí no suceden.”
¿Tenés recuerdos de actuaciones anteriores en La Plata?
¡Muy! buenos recuerdos. La Plata siempre me trató muy pero muy bien, hay un público muy especial, determinado; muchos están ligados a esas experiencias que yo tuve cuando hacía el programa para chicos, no solo cuando grababa en La Plata, en la vieja América Tv, sino también cuando empecé a cantar y a tocar y presentarme en conciertos, en la plaza, en diferentes lugares, en boliches. Siempre me llevo de los lugares ese sabor que te deja el aplauso, el cariño de la gente, por suerte siempre he tenido muy lindas experiencias en La Plata.
Un rockero exitoso jugando en la tv.
Hacer un programa televisivo para niños que, con el paso del tiempo, crecerían y comprarían los discos del conductor, es un sueño para marketinero discográfico, pero en el caso de Wirzt no fue algo planeado: “como el amor sucedió sin querer, sin saber”, aclaró. Cuando el actor recibió la propuesta para conducir Dibujuegos en 1990, no lo quería hacer. “Sentía que un rockero, un tipo que hace rock and roll con el cabello hasta la cintura y campera de cuero, no podía ponerse a jugar a la bolita o a la payana”, agregó.
“Empecé a reconstruir las cosas lindas que a mí me habían pasado en mi infancia. Creo que fue un hallazgo, que fue buenísimo poder hacerlo, porque después de ese programa -que fueron dos años en La Plata- apareció el glorioso No te quedes afuera -y me pongo de pie- en el canal de la Televisión Pública, allá cerca del ’93; ATC, el canal, se llamaba así, y (era) un programa que llegaba a todo el país…”
Fue tan grande la repercusión del envío televisivo, que sus seguidores abarrotaban aeropuertos y teatros de las ciudades argentinas que visitaba, y tenía que recurrir a los bomberos para poder salir de esos sitios. Manuel le cantaba sus temas a un público que no era destinatario de sus composiciones rockeras, y se los explicaba así: “Yo juego con ustedes, juego a la bolita, me disfrazo de payaso, hago mimo, clown, pero también canto estas canciones y éstas son. Y me sentaba en el sillón y tocaba, cantaba Donde quiera que estés. Ahí (se) generó una cosa muy fuerte dentro de la familia: los primos, las primas, las tías, los tíos, todos ahí manifestando su cariño y su afecto hacia mi persona”.
“Es muy probable que haya cometido algunos errores relacionados a esa ceguera o a esa sordera que genera el aplauso, o las luces.”
Consultado acerca de las consecuencias de aquel suceso -que recuerda con mucho cariño-, el músico definió al éxito como “esa maravillosa fruta que comenzás a comer y que es delicioso el sabor y que en algún momento te engolosinás, y cerrás los ojos y empezás a perder de vista un poquito lo que está pasando alrededor (…) es una sensación muy extraña”. Y continuó: “Yo creo que nadie está preparado para eso, estamos más preparados para los golpes, los porrazos… el dolor. Esta cosa del éxito no solo es que te vaya bien en un programa televisión, eso es lo de menos, el tema es todo lo que sucede alrededor de eso, la gente que te quiere tocar, que quiere algo de vos y yo era más joven de lo que soy hoy (se ríe), y no entendía mucho, y es muy probable que, quizás haya cometido algunos errores relacionados a esa ceguera, o a esa sordera que genera el aplauso, o las luces”.
El conductor se considera afortunado por haber estar rodeado de “gente maravillosa que aún sigue conmigo” y que lo apoyó en aquellos años; personas como su mujer -a la que conoció en No te quedes afuera, y para quién escribió temas como Hoy te necesito y Loca de mi corazón–, como su manager Alberto Lucas y los músicos que siempre lo acompañaron y que se animaban a decirle que pare cuando notaban que estaba “perdiendo de vista el piso”; los amigos y su familia también integran la lista. Manuel reconoce que Dios -con quien afirma mantener una “relación personal”- le ayudó “a darse cuenta de que hay una especie de ilusión o de aroma que no es eterno: esa rosa tiene un lindo perfume, pero tiene un tiempo, caduca en algún momento”.
Conocer Rusia y Ucrania en los 80s.
¿Volviste a Rusia luego de aquella gira con el grupo La Torre en 1988?
No, no (se ríe) y mucho menos ahora. No, no volví más, fueron tres años seguidos: ’86, ’87, ’88. Tuve la suerte de viajar con diferentes propuestas. La primera fue un espectáculo de folclore y tango: Tango, ritmo argentino; yo era como el duende que unificaba cuadro con cuadro artístico, el que les explicaba a través del clown y el mimo qué era el tango, qué era el folclore, qué eran las boleadoras, qué era el mate, qué era todo eso. Y ahí conocí a un montón de gente que me permitió organizar lo que fue después, la gira con Patricia Sosa y La Torre. Y después también salió una posibilidad de representar una marca muy importante de ropa (Dufour) y armé un espectáculo que fue premiado en Buenos Aires, en La Rural.
Para su desembarco en Argentina, la empresa de indumentaria buscaba presentarse con un espectáculo diferente, y nuestro entrevistado propuso uno integrado por él como clown y bailarinas acróbatas que tenían un tipo de cuerpo y de rostro distinto a lo que el mundo de la moda estaba acostumbrado a ver. Esa producción ganó el primer premio como mejor stand y fue convocada por Moscú y por Praga.
“No volví más”, aseguró el productor, “solo vuelvo con mis recuerdos y con imágenes horribles que veo cuando observo en la zona de Lituania, en la zona del Mar Negro, la zona del Báltico, Ucrania misma, que visité y conocí, Kiev”, admitió Wirzt sobre el panorama actual que observa con mucha pena y mucha tristeza.
La infancia y el recuerdo de su hermano Daniel.
¿Cómo fueron esos comienzos de los ‘60 con tus padres y tus hermanos Daniel y Javier?
La infancia es un tesoro maravilloso que uno tiene, depende de cómo te vaya y como la pases; no todos tenemos la misma posibilidad. Mi infancia fue fantástica, maravillosa en San Nicolás; fueron divinos mis padres, mi mamá sigue viva, todavía: la vieja con 85 años sigue peleándola; Daniel no, lamentablemente falleció hace unos años, Javier está y yo estoy. Ese regalo de una guitarra que yo no esperaba, nunca esperé una guitarra para un cumpleaños, vino así de golpe, a los nueve años, y a partir de ahí ya es como que me empecé a vincular y a relacionarme de otra manera con todo lo que tenía que ver con la música. En casa se escuchaba mucho Benny Goodman, Glenn Miller, mucho Goyeneche, Julio Sosa, Deep Purple, Los Beatles, Led Zeppelin.
Acerca de sus influencias musicales, el compositor expresó con humor que homenajear es como plagiar, y declaró que “Uno se la pasa homenajeando toda la vida cuando es un tipo que tiene que crear cosas; es muy difícil salir de esos elementos tan representativos en uno. Cuando salió Rescata mi corazón, con big band y esos vientos, dije claro, ¿cómo no va a salir esto?, siyo mamé toda esta música y bailé con mi vieja y con mi papá, o los disfrutaba viéndolos bailar.”
“Mi hermano me metió en toda esta hermosa locura, bienvenida locura de la música.”
Su hermano Daniel Wirzt, fallecido en 2008, fue cantante de La sonora de Bruno Alberto y un preciado baterista que tocó con Juan Carlos Baglietto y Fito Páez e integró Spinetta y Los Socios del Desierto, y fue el responsable de su incursión en el rock.
¿Tenés recuerdos musicales con Daniel de aquella época?
El que me inicia en toda esta locura es mi hermano; cuatro años mayor que yo, él llevaba los discos y yo escuché a Spinetta, Invisible y abrimos juntos el disco que había comprado y que iba a buscar una vez por mes. Esos discos que aparecían: Led Zeppelin o Deep Purple, bandas que yo ignoraba; yo era el más chiquitito, así que yo aprendí mucho de él, y él de alguna manera me metió en toda esta locura, hermosa locura, bienvenida locura. Su sueño era tocar con Spinetta, y ese sueño se le cumplió y tocó, fue durante 11 años el baterista de Luis. ¿Qué loco, no? (se ríe) Es impresionante, cuando suceden esas cosas y uno ha sido testigo del momento en que otro pronuncia ese deseo, o vos escuchas a alguien decir cómo me gustaría determinada cosa y con el tiempo ves que esa cosa aparece en la puerta de tu casa, es glorioso. Así que con el soñamos muchas cosas.
Daniel armó e integró la primera banda de Manuel, con la que el vocalista obtuvo, en 1987, la distinción “revelación del rock” en el festival Chateau Rock realizado en el actual estadio Mario Kempes de la ciudad de Córdoba
¿Cómo era tu hermano como persona?
Un luchador, un tipo intenso en todo lo que tenga que ver con el trabajo, con perseguir ese sueño. Yo siempre le decía: loco, apretás tanto que lo vas a ahogar al sueño, porque (se ríe) el tipo se obsesionaba con algo y lo perseguía, lo perseguía, lo perseguía y lo lograba, la mayoría de las veces lo lograba.
Las canciones nunca se van.
El tango Uno, que grabaste en versión acústica y jazzera para tu disco Todo, ¿era uno de los que escuchabas de chico?
Son estas canciones que te quedan dando vueltas desde el momento en que las escuchás, y no se van nunca de tu vida, siempre están ahí, como que dispararon algo en tu cabeza, en un lugar del alma. Las canciones tienen ese dispositivo, son como esas armas espías que a veces uno sin darse cuenta se encuentra, años después tarareándola o silbándola en algún rincón o en alguna esquina, apoyado a un semáforo (se ríe). Porque las canciones son emociones que perduran por siempre, tienen una carga explosiva, afectiva, tremenda. El tango Tarde fue el primer tema que yo aprendí a cantar, porque lo copiaba a mi papá mientras se afeitaba; a mí me encantaba verlo porque yo quería ser grande y tener barba, con nueve años quería que me crezca la barba (se ríe). Y cuando uno está buscando historias para contar, porque a eso me dedico, a contar historias, aparecen (chasquea los dedos), se dispara en un momento y aparece esa canción y decís guau, y ésto me generó determinada emoción,y a mí me gusta.
Haciendo una analogía con los recortables de las revistas en las que a un héroe se le ponía la ropa que uno quería, y con las que a Wirzt le gustaba jugar, el músico contó que a Uno “la sentía con ese look, con esta cosa bluseada que el tango tiene en sí mismo, también, porque el tango es blues”. Y explicó que la versión tuvo un trabajo “maravilloso” de su guitarrista Sergio Pérez.
Cuando el featuring no estaba de moda, el músico invitaba a cantar a colegas en sus álbumes, y ahora retomó esa costumbre para su último álbum; convocó a su amigo Diego Torres, al humorista Agustín “Soy Rada” Aristarán y a la comediante Dani La Chepi, con quien se conoció en la grabación del video clip del tema Loca de mi corazón. Con el cantautor se conocen desde los años ´90, y concretaron la promesa de trabajar juntos para la canción Desde que te vi, que Torres produjo con el cubano Yadam González. Con el mago bahiense se conocieron “a través de las redes. Nos invitamos mutuamente a cantar canciones en diferentes espectáculos y presentaciones que hicimos”, manifestó Manuel, y quedaron en llamarse cuando aparezca la canción indicada para registrar juntos, que finalmente fue Por qué será.
La colaboración vocal con la actriz surgió luego de unos encuentros en los que cantaron Hoy te necesito. El artista detalló como fue conocerla y asombrarse con su voz: “La escuché cantar y le dije: Loca, vos cantás muy bien, me encantaría que cantáramos juntos.”, y dijo que durante el 2020, cuando ya había finalizado el proceso de grabación de Todo, apareció la balada Imposible.
“Plena pandemia, imposible es una palabra que sonó… muchísimo: imposible hacer esto, imposible hacer lo otro. Por supuesto, con la ficción, que mete siempre la cola, armé una historia de amor con Fernando Pini (coautor de la canción) y la llamé a Chepi y le dije: Dani, estas baladas son esas típicas baladas que a vos te gustan, por lo que yo la conozco, bien power, bien sentida, y la grabamos y quedó, maravillosa, quedó genial. Es uno de los temas que más me gusta del disco.”
¿Qué éxito acústico no vas a tocar este sábado en La Plata?
No, van a estar todos, te cuento que van a estar todos y muchos más. Así que… estoy muy ansioso, con muchas ganas de volver a La Plata después de tanto tiempo y reencontrarme con esa gente que yo sé, con las cuales la vamos a pasar muy pero muy muy bien.
¿Algo para agregar?
Gracias a todos, y que Dios los bendiga.
Por Fernando Chatarra Fauszleger | IG: @soyfernandoabel
Foto: gentileza Un Plan